En el encuentro, según informa el Consistorio, han participado la concejala delegada de Servicios Sociales, Acción Comunitaria y Deporte, María Caballero, acompañada por la directora de la misma área, Olivia Elizari, y la directora territorial en Navarra de la Fundación Secretariado Gitano en Navarra, Inés García, junto con la coordinadora del Área Social de la Fundación, Itziar Vicuña.

Este programa se puso en marcha en 2013 en Buztintxuri y desde 2016 se lleva a cabo en toda la ciudad, una vez desarrollado durante los tres años anteriores en Etxabakoitz, Buztintxuri y Sanduzelai.

Según explica el Consistorio, presta apoyo a familias que se encuentran en situación de exclusión, a través de acciones de acompañamiento, formación y seguimiento y, además, busca integrar a las familias en sus entornos, potenciando los recursos de sus miembros y promoviendo el cambio en su día a día.

El enfoque es comunitario e integrador, buscando la normalización de la población gitana en su entorno y adaptando el programa a las necesidades de la población.

El programa, que se articula a través de un convenio de colaboración dotado con 30.000 euros, impulsa el desarrollo de acciones de intervención familiar, a través del acompañamiento social, que den respuesta a sus necesidades y frenen la marginación social para facilitar su integración. Además, facilita espacios donde llevar a cabo acciones socioeducativas, lúdicas, de ocio y formativas.

Implica a la población a través del trabajo comunitario para que tomen parte activa en la vida del barrio en el que viven de manera que el trabajo revierte tanto en las personas implicadas en el proyecto como a la totalidad del vecindario.

Con las familias se hace un trabajo informativo y motivador centrado en la responsabilidad en cuestiones educativas y de organización socioeconómica, en la orientación laboral para mantenerse activo en la búsqueda de empleo, y en la modificación de hábitos no adecuados para mejorar la convivencia con el vecindario.

Asimismo, se realizan labores de mediación entre las familias y la población del entorno y un acompañamiento general que incluye el proceso de instalación y acondicionamiento en las viviendas de emergencia.

Con menores se realiza el seguimiento del proceso educativo y se ponen en marcha intervenciones encaminadas a la adquisición de hábitos que favorezcan su normalización educativa y con mayores de 16 años no escolarizados se trabaja la orientación educativa y la formativa-laboral y en periodos no lectivos se organizan actividades de ocio y tiempo libre.