La protesta convocada por los CDR para «devolver sus pelotas» a la Policía española ha tenido una alta participación. Concluida la manifestación de la calle Marina, en la Via Laietana –distante de aquel punto y situada en el centro de Barcelona– se han concentrado miles de personas rodeando la comisaría española.
Tras permanecer durante unas dos horas en esa posición, los Mossos d’Esquadra han irrumpido en la zona cargando en torno a las 21.10. Han hecho retroceder a la multitud lo suficiente como para tomar el control de la entrada a la comisaría.
En un primer momento, en torno a las 19.30, cinco furgonetas españolas se habían quedado atrapadas entre la gente en Via Laietana, en un alarde de imprevisión dado que la convocatoria era bien conocida. Han tenido que replegarse con muchas dificultades hacia una calle lateral.
Una vez ocurrido esto, cientos de manifestantes se han dedicado a lanzar a estos contingentes policiales pelotas de juguete, de colores vivos, para replicar así simbólica y pacíficamente a los proyectiles de goma que sí provocaron varios heridos graves la semana pasada. Cuatro personas han perdido la visión de un ojo a consecuencia de los pelotazos.
Esta situación, entre tensa y cómica, se ha mantenido durante más de una hora, hasta que han empezado las cargas de los Mossos para desalojar la zona, cortando también las calles adyacentes.