«No es nada fácil. Todos los que estamos en el campo salimos a dar el 120 por cien. Lo que se debería hacer es animar porque con pitidos lo único que se consigue es bajar a confianza del jugador y hacer que no esté cómodo jugando», ha explicado el joven futbolista vizcaíno.

Larrazabal ha afirmado que, en el vestuario, «todos confiamos en Íñigo porque sabemos de lo que es capaz», ha señalado para añadir que «somos una familia y nos ayudamos unos a otros. Entiendo que no será nada fácil para él. Sabemos de lo que es capaz y con confianza es un jugador increíble que es capaz de hacerlo muy bien en el campo».

Sobre su situación personal, el jugador de la cantera, que ha participado en seis de las once jornadas disputadas, ha manifestado que está «muy contento» y «cada vez más confiado» en su estreno en la primera plantilla.

«Entreno feliz cada semana, aprendiendo muchísimo de los jugadores que me rodean y con ganas de que venga un partido tras otro para que seguir aprendiendo y tener esos minutos para hacerme a la categoría. Soy un recién llegado, estoy aprendiendo y me queda por aprender», ha reconocido.

Larrazabal ha comentado también que la victoria del pasado miércoles frente al Espanyol les da «más motivación» para continuar con la inercia positiva el domingo en el Estadio de la Cerámica ante un Villarreal con «gente arriba con mucha calidad y con mucho gol».

«Creo que se nos va a dar bien porque somos fuertes en defensa. Luego tendremos que aprovechar las contras o esos momentos que tengamos el balón para intentar hacer gol siguiendo la dinámica del partido del otro día», ha concluido.