El Gobierno de Donald Trump ha oficializado su salida del Acuerdo de París, el mayor pacto vinculante frente a la crisis climática y que establece un plan de acción mundial con el objetivo de limitar el calentamiento global.
«Hoy, EEUU comenzó el proceso para retirarse del Acuerdo de París. Según los términos del acuerdo, EEUU presentó una notificación formal de su retirada a las Naciones Unidas. La retirada entrará en efecto un año después de la entrega de la notificación», anunció el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado hecho público en la tarde de ayer, madrugada de hoy en Euskal Herria.
El presidente estadounidense anunció el 1 de junio de 2017 que Washington se retiraría del acuerdo contra el cambio climático, aunque la petición no pudo formalizarse hasta ayer por cuestiones contractuales del propio convenio, adoptado en 2015.
El punto 28 del Acuerdo de París indica que cualquier país que haya ratificado el acuerdo, como es el caso de EEUU, solamente podía solicitar su salida tres años después de su entrada en vigor, es decir, ayer mismo.
Una vez presentada formalmente la petición, tiene que pasar otro año para que la salida del acuerdo, que en su día ratificó el entonces presidente Barack Obama (2009-2017) sea efectiva, por lo que EEUU se desvinculará definitivamente del pacto el 4 de noviembre de 2020.
«El presidente Trump tomó la decisión de retirarse del Acuerdo de París debido a la carga económica injusta impuesta a los trabajadores, las empresas y los contribuyentes estadounidenses por las promesas de EEUU hechas en virtud del acuerdo», defendió Pompeo.
El jefe de la diplomacia estadounidense no tuvo empacho alguno en asegurar que desde el anuncio del abandono del pacto, EEUU «ha reducido todos los tipos de emisiones, incluso a medida que crece la economía).
Una vez completado el proceso de retirada, EEUU se unirá a Nicaragua y Siria, los únicos dos países no firmantes de los compromisos adoptados en París por casi 200 Estados.
«EEUU aislado»
John Kerry, secretario de Estado en Washington cuando se pactó el Acuerdo de París en 2015, asegura en el diario “The Washington Post” que la retirada formal del pacto significa «un día negro para EEUU».
«Esto no es EEUU primero; una vez más, es EEUU aislado», denuncia Kerry en un artículo de opinión que firma asimismo el entonces secretario de Defensa, Chuck Hagel.
En la misma línea, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosie, ha constatado que «estamos ante una nueva decisión anticientífica (…) que vende el futuro del planeta y de nuestros descendientes».
Andrew Steer, presidente del Word Resources Institute, ha deplorado que la decisión de Trump «está motivada por una visión obsoleta que data del siglo pasado, cuando se creía que la acción climática era costosa y destruiría empleos».
El anuncio del abandono del acuerdo, con el que Trump cumple una promesa de campaña en vísperas del arranque de una nueva y larga pugna electoral, ha provocado duras críticas en el ámbito internacional.
Pekín, Shanghai y Moscú
El Gobierno chino ha deplorado la medida. «Esperamos que EEUU dé pruebas de su responsabilidad y contribuya al proceso de cooperación multilateral, en lugar de anclarse en energías negativas», ha señalado el portavoz de la diplomacia china Geng Shuang.
La presidencia francesa ha criticado asimismo la decisión estadounidense, «que hace aún más necesaria la alianza franco-china sobre el clima y la biodiversidad», ha señalado en un comunicado en plena visita oficial a Shanghai de Emmanuel Macron.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha denunciado un «golpe serio» al Acuerdo, «en tanto en cuanto se trata de un país líder en emisiones» de gas de efecto invernadero. «Sin la mayor economía del mundo, resulta hasta difícil hablar de acuerdo climático», ha sentenciado.