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Tom Watson, número dos del Partido Laborista británico dimite en plena campaña electoral

Tom Watson, número dos del Partido Laborista británico, ha dimitido como miembro de la dirección del partido a poco más de un mes de las elecciones del 12 de diciembre. Watson mantiene discrepancias con el líder de la formación, Jeremy Corbyn, sobre todo por la postura ante el Brexit, pero asegura que la decisión es por motivos personales.

Tom Watson, a la derecha, aplaude el lanzamiento de la campaña laborista por parte de Jeremy Corbyn. (Ben STANSALLAFP)
Tom Watson, a la derecha, aplaude el lanzamiento de la campaña laborista por parte de Jeremy Corbyn. (Ben STANSALLAFP)

El «número dos» del Partido Laborista británico, Tom Watson, ha anunciado este miércoles su dimisión como miembro de la dirección de la formación y avanzó que no se presentará para ser reelegido diputado en las elecciones generales de diciembre.

En una carta abierta dirigida al líder laborista, Jeremy corbyn, Watson asegura que su decisión es «personal, no política», aunque su marcha se produce después de diversas controversias públicas con el máximo responsable del partido.

«Compartimos muchos intereses, aunque son menos conocidos que nuestras diferencias políticas», señala Watson en su misiva a Corbyn.

Ambos han chocado en diversas ocasiones en los últimos meses, en particular sobre la postura del partido respecto a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) y sobre la forma en la que la dirección manejó las acusaciones de antisemitismo dentro de la formación.

Watson ha declarado que el Partido Laborista debe defender sin ambigüedades la permanencia del Reino Unido en la UE, algo que Corbyn ha descartado en repetidas ocasiones.

El líder laborista ha recalcado al inicio de la campaña electoral que sus planes si llegara al Gobierno pasarían por renegociar un acuerdo de salida con Bruselas y someter a referéndum ese eventual pacto.

Corbyn ha rechazado definir qué opción defendería el laborismo en ese referéndum, si la salida o la permanencia en la UE, y asegura que la postura se decidiría una vez se hubiera renegociado el acuerdo. El pasado domingo aseguraba en “The Guardian” que «el debate (sobre el Brexit) ha terminado».

Laborismo «moderado»

Watson había demandado un giro a la derecha a la dirección, de la que se había apartado en los últimos tiempos hasta el punto de especularse con su paso a los liberales. 

Pero en su carta de despedida ha insistido en que continuaría luchando por los laboristas y que respaldaría a los candidatos laboristas en la campaña electoral.

Al contrario de la línea de Watson, el ambicioso programa laborista es uno de los más izquierdistas que haya visto Gran Bretaña en las últimas décadas, incluye la  de numerosas empresas, un aumento del salario mínimo y la reducción de la semana laboral a 32 horas. Y todas estas medidas deben ser financiadas por un aumento de impuestos a los ingresos más altos.

De llegar al poder, los laboristas podrían también acceder a la petición de los independentistas escoceses de organizar un nuevo referéndum de autodeterminación, tras el de 2014 en que 55% de votantes optó por permanecer en el Reino Unido.