La asociación ultra Dignidad y Justicia (DyJ) solicitó a la Audiencia Nacional que prohibiera la celebración del Ospa Eguna de este años en Altsasu, celebrado el pasado 31 de agosto, una petición que contaba con el apoyo de la Fiscalía pero que el juez Ismael Moreno rechazó.
El juez, sin embargo, ordenó a las FSE que vigilaran el acto, por si se cometiera algún delito. Ahora, «del examen de las diligencias practicadas», ha concluido que podría haberse incurrido en un «delito de odio», por lo que ha remitido la causa al juzgado de Altsasu.
Moreno ha descartado que se produjeran delitos de «enaltecimiento del terrorismo» o «humillación a las víctimas», como pretendía DyJ.
En su resolución, el juez indica que Ospa Eguna se celebra con «comidas populares, bailes o pasacalles con notable participación popular pero siempre con una idea subyacente y un propósito claro, el de ir creando o alimentando un clima contrario y de rechazo a la Guardia Civil con el fin de que abandone el País Vasco y Navarra».
Refiere que durante el Ospa Eguna de agosto se colocaron pancartas y carteles en los que «se vertían severas injurias contra el citado Cuerpo y pancartas de grandes dimensiones», y en las que «se reproducían serigrafías de guardias civiles junto a los textos habituales de la campaña ‘Alde Hemendik’».
El juez reproduce en su auto el informe de la Guardia Civil sobre el Ospa Eguna en el que se señala que Ospa mugimendua se ha convertido en el principal motor del «incesante hostigamiento» a los miembros de la Guardia Civil, sus familiares y allegados, promoviendo y divulgando el odio, no solo a través de las redes sociales o internet, sino también mediante la constante aparición de pintadas, carteles, pancartas o pasquines en numerosas calles de la localidad», y que esas expresiones se «proyectan con más notoriedad si cabe ante la convocatoria del Ospa Eguna».