Con el piloto de la reserva de combustible encendido, Kirolbet Baskonia ha cerrado una semana perfecta después de superar a Valencia Basket. Ambos equipos han acabado agotados, pero en el cómputo general del partido los gasteiztarras han aguantado un poco mejor, en especial gracias a un tercer cuarto espectacular, donde han decantado la suerte del encuentro con un parcial de 33-20. El duelo del Buesa Arena ha servido para volver a certificar que Ilimane Diop es, a día de hoy, el mejor pívot de la terna que dispone el cuadro gasteiztarra.
También ha certificado que Shavon Shields y Stauskas están para aportar, así como un Pierria Henry, que parece disfrutar cuando el partido se embarra y se le rompen los corsés. Asimismo, jugadores como Vildoza o Micheal Eric precisan sacar lo que llevan dentro, porque a este Kirolbet Baskonia, sobre todo por las bajas de Garino y Granger, no le sobra nadie. En ese sentido, el minuto escaso que ha dispuesto Miguel González ha sido un demostrativo de que el pucelano precisa jugar más minutos para ganarse el respeto arbitral, porque por lo demás, lo van a borrar sin más ni más, como ha sucedido.
Enfrente ha estado un rival al que le ha traicionado el físico a la hora de la verdad, por mucho que ha peleado hasta el final. En los últimos años Valencia Basket ha vivido con la obsesión de alcanzar y superar en el escalafón de la Liga ACB a Kirolbet Baskonia. Durante años y años, el cuadro taronja ha gastado millonadas con no mucho éxito, aunque en las últimas campañas, en especial la temporada 2016/17 en la que Valencia Basket acabó conquistando la Liga ACB, sí es cierto que ha subido un escalón. Incluso ha vuelto a la Euroliga después de ganar la Eurocup de la temporada pasada, y tras un inicio horrible, parece estar enderezando su caminar.
Pero sin poder llegar a la altura de Kirolbet Baskonia, curiosamente. Y ya desde el primer cuarto se ha visto al conjunto taronja yendo a remolque del Baskonia, con Youssoupha Fall y Stauskas –que al fin ha anotado su primer triple en la Liga ACB– dominando claramente. De hecho, el dominio gasteiztarra ha sido apabullante, y más que hubiera sido de no mediar un puñado de pérdidas a cada cual más absurda. Pero el fuelle le ha durado poco a Fall y con la entrada de Micheal Eric, y la de Dubljevic en el bando taronja, con la que se ha pasado de un 17-11 a un empate a 19 al final del primer asalto.
Como la meta taronja es superar a los gasteiztarras, no se han conformado con ello. En el inicio del segundo asalto, los de Jaume Ponsarnau se han encomendado al dominio del rebote ofensivo y un gran Dubljevic para escaparse con un parcial de 2-9, aunque por fortuna, el parón solicitado por Perasovic ha surtido efecto, con un Shavon Shields encendido, empatando el duelo a 28 después de cerrar un parcial de 7-0 con un mate en transición.
Hasta ahí, la lógica de la primera mitad, porque los cinco últimos minutos han sido cualquier cosa excepto lógicas. Pérdidas a tutiplén –con Quino Colom yendo contra su propia naturaleza de base inteligente–, decisiones arbitrales difíciles de comprender y cierta perplejidad entre los espectadores y los propios jugadores. Al final, la diferencia la ha marcado el dúo interior compuesto por Shengelia y Diop, alcanzando el descanso con un marcador de 38-32, gracias al simple hecho de defender con fuerza; es decir, cerrando la vía de agua del rebote ofensivo, y atacando sin perder la cabeza.
Locura para ganar y para sufrir
Ese correcalles que se ha convertido el partido al final del segundo cuarto se ha extendido tras el descanso. Pero esa locura ha podido tener tantas connotaciones positivas como negativas. Primero, porque Stauskas al fin se ha presentado ante sus aficionados. Al fin los triples le han entrado al de Ontario, respondiendo así al amago de reacción que han procurado San Emeterio y Loyd para el bando taronja. La cruz de la moneda ha sido que los taronja han sabido hacerle daño a la mala defensa del alero canadiense.
Esas canastas de Stauskas han disparado un parcial de 33-20 a favor del Baskonia, sobre todo desde el momento en que han entrado Ilimane Diop y Pierria Henry. Ambos han puesto sobre el parqué una propuesta física que Valencia Basket no ha podido aguantar, en especial Dubljevic, San Emeterio o Quino Colom. Al final, un puñado de triples y mates de Polonara, Shengelia y Shields han roto el partido para alcanzar el final del período con un 71-52 que los taronja no han podido levantar.
No han levantado, ciertamente, el partido, pero los taronjas han vuelto a la pelea en los últimos minutos, con Dubljevic, Loyd y momentos puntuales de Abalde y Vives. Varias pérdidas de un despistado Vildoza también han tenido algo que ver en el retorno de Valencia Basket al duelo. Sin embargo, a pesar de los errores, la seguridad en los tiros libres y el haber cerrado la puerta a las opciones de rebotes ofensivos valido para echarle el candado a un partido que cierra una semana con aires de catarsis. Ahora que noviembre se acaba, habrá que ver si el jueves Kirolbet Baskonia cierra el mes con victoria en su visita a la cancha de Panathinaikos, con el reestreno de Rick Pitino en su banquillo.
El Baskonia «está en el mercado»
Otro de los momentos más importantes ha llegado en la sala de prensa, cuando Velimir Perasovic ha reconocido que «el club está en el mercado» para paliar la ausencia de Garino y Granger. De hecho, el técnico croata ha preferido decir que el club «busca al mejor jugador posible» en vez de un alero puro. «Además, ¿qué es Staustas?, ¿es un tres que puede jugar de dos?; ¿Shieds, no es también un alero que puede jugar de escolta?; ¿los bases, no son combos? Esto va para largo, porque no es fácil encontrar al jugador idóneo, pero lo cierto es que vamos a ir al mercado a por el mejor jugador posible», ha recalcado.