RICARDO PÉREZ-SOLERO (EFE)

Indonesia, el gran emisor de CO2 en el foco de la crisis climática

La lucha contra la crisis climática en Indonesia se libra entre devastadores incendios que amenazan la biodiversidad de sus bosques, los octavos más grandes del planeta, y han convertido al cuarto país más poblado del mundo en uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero.

Trabajadores limpian un tramo del río Pete en Bekasi, en West Java. (REZAS / AFP)
Trabajadores limpian un tramo del río Pete en Bekasi, en West Java. (REZAS / AFP)

Este año, los incendios en Indonesia han quemado 857.000 hectáreas durante la temporada seca y las emisiones de gases de efecto invernadero han alcanzado los 709 millones de toneladas, según los cálculos del Servicio de Monitorización Atmosférica Copernicus.

Estas emisiones han superado ampliamente las de los incendios en el Amazonas en 2019, estimadas en 579 millones de toneladas, y sitúan a Indonesia entre los diez mayores emisores de dióxido de carbono del mundo, al nivel de países desarrollados como Alemania o Corea del Sur.

La principal razón es que gran parte del territorio indonesio quemado es turbera, un suelo rico en materia orgánica y carbono, que a pesar de estar protegido por el Gobierno es quemado para abrir paso a cultivos como el aceite de palma.

Además de la turbera, Indonesia es un lugar crucial en la lucha contra la crisis climática, ya que es el cuarto país más poblado del mundo con más de 265 millones de habitantes y su masa forestal, la octava mayor del planeta, desempeña un importante papel en la absorción de dióxido de carbono.

Sin embargo, un estudio publicado este año por la Universidad de Cambridge y la consultora YouGov reveló que cerca de dos de cada diez indonesios niegan que el cambio climático se deba a la acción del hombre.

A nivel energético, Indonesia es el tercer país con mayor número de centrales de carbón en fase de construcción, un total de 23, únicamente superado por China e India, y la energía renovable representa tan solo una décima parte del total.

El Gobierno se ha comprometido a reducir las emisiones un 29% para 2030 y a alcanzar un porcentaje de energías renovables del 23% del total para 2025, unos objetivos que han sido cuestionados por activistas medioambientales.

Además, el archipiélago de más de 17.500 islas situado en pleno anillo de fuego del Pacífico, es uno de los lugares más vulnerables a desastres naturales como avalanchas, riadas y sequías, y la subida del nivel del mar.

«Hay una relación muy clara entre el aumento de los desastres y el cambio climático», afirma Henry Purnamo, científico del Centro Internacional para la Investigación Forestal.