Olentzero y Mari Domingi, Tartalo y ahora Basajaun adentran al lector en un mundo de valores y tradición a través de los cuentos de siempre, pero contados de distinta manera. Según cuenta la leyenda, Basajaun, el gigante gentil que cuida de los bosques y los rebaños, era el único que sabía la receta para hacer pan y cómo cultivar el necesario trigo. El pequeño Martin, al que nadie le tomaba demasiado en serio, se ofreció voluntario para acudir a su casa y traer al pueblo los secretos de aquel producto que olía tan bien…

En un cuidado estilo basado en el collage, los pies de Basajaun son almendras, su larga melena es verde hierba y el cuerpo de las ovejas, coliflores. «Es una manera de despertar el interés de los más pequeños», explica la ilustradora navarra Egurza.

Añade que «se plantea la experiencia de la lectura como un juego en el que el público infantil va descubriendo elementos de su vida cotidiana, al tiempo que va conociendo una antigua historia que ha sido transmitida de generación en generación y que nos remite a un tiempo en el que la práctica de la agricultura no estaba extendida y sólo se limitaba a pequeños grupos de la población».

«La mitología siempre ha sido la manera que han tenido nuestros mayores de compartir su conocimiento y su visión del mundo», afirma la ilustradora. Y precisamente ese acerbo cultural es el que este trío de autoras ha intentado transmitir a través de sus libros: «Queríamos que nuestros txikis conocieran las historias que a nosotras nos contaban de pequeñas», cuenta Atxukarro.

Las autoras defienden la importancia de que las nuevas generaciones conozcan estas historias, «por un lado, porque es parte de nuestra cultura y, por otro, porque en esa clase de historias subyacen valores y conocimientos que nos parecen positivos y que creemos que no deberían perderse».

«Valores como el de la familia que cuenta Kukubiltxo, o el de la honradez, que aparece en Makilakixki. Conocimientos como por qué llueve en abril extraídos de la leyenda de Zozomikote o el de cómo aprendimos a hacer pan, que es lo que se explica en Basajaun», cita la escritora.

Traducciones al inglés y francés, varias reediciones en euskera y castellano, y versiones digitales y de papel. Estos son algunos de los logros que han conseguido estas mujeres que el pasado año llegaron a estar entre los cinco finalistas del premio Euskadi de Literatura Infantil y Juvenil con su novela ‘Sin Red’.