El consejo de supervisión de la Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA) ha rechazado la decisión de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de castigar al deporte ruso con cuatro años de aislamiento internacional y ha recomendado recurrirla ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

«Hemos tomado la decisión de no aceptar la decisión de la AMA», ha dicho Alexandr Ivlev, jefe del consejo de supervisión de la RUSADA, a la prensa local. Ivlev ha explicado que el consejo de supervisión remitirá la correspondiente recomendación a la RUSADA, quien tiene la potestad de presentar el recurso ante el TAS, y después se preparará una carta en nombre del presidente, Vladimir Putin, que ha calificado de «injusta» la sanción en su rueda de prensa anual.

«Esto lo haremos en un plazo de 10-15 días. Después el balón estará en el campo de la AMA y abordaremos ese asunto en el campo legal», ha explicado. El funcionario ha subrayado también que la argumentación rusa es «bastante sólida», pero se ha negado a especular sobre las opciones de que el TAS le dé la razón a Moscú.

Al anunciar su sanción, la AMA había dado 21 días a la RUSADA para aceptar o rechazar su fallo y recurrir ante el TAS, aunque el jefe del Kremlin dijo desde el primer momento que Moscú apelaría. «El castigo colectivo es inadmisible para los deportistas limpios. Nos encontramos en permanente diálogo con las principales organizaciones deportivas. Tenemos discrepancias sobre estrategias, pero Rusia sigue siendo parte de la cultura deportiva mundial», ha subrayado Ivlev.

Al respecto, Putin ha asegurado durante su rueda de prensa que la decisión de la AMA no se corresponde ni con «el sentido común» ni con el «derecho internacional». «Nunca había ocurrido algo igual en la historia de la humanidad en ningún sistema jurídico y espero que nunca vuelva a ocurrir», ha dicho.

Putin, que también ha considerado inaceptable el «castigo colectivo», se ha mostrado convencido de que los deportistas rusos competirán con su bandera en los Juegos Olímpicos de Tokio, ya que la AMA no tiene ninguna reclamación hacia el Comité Olímpico Ruso. «Yo creo que esto nos da todos los motivos para suponer que esta decisión, lamentablemente, tiene un carácter político», ha terminado.