El nuevo comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, Esmail Qaani, ha prometido este lunes expulsar a Estados Unidos de la región, coincidiendo con el funeral de su predecesor, el general Qasem Soleiman.
«Seguiremos el camino del mártir Soleiman con firmeza y resistencia y la única compensación para nosotros será expulsar a Estados Unidos de la región», ha subrayado en una entrevista con la televisión pública iraní Qaani, nombrado en el cargo el pasado viernes por el Líder Supremo, Alí Jameneí.
Qaaní aseguró que tomarán medidas para responder al asesinato de Soleiman y que «será Dios el que verdaderamente se vengará de EEUU por la valiosa sangre derramada».
En la misma línea, el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, Amir Alí Hayizadeh, afirmó durante el funeral que es necesaria «la destrucción completa de EEUU en la región».
«La venganza del mártir Soleiman no terminará lanzando cuatro misiles, atacando una base (estadounidense) o incluso matando a Trump; quiero decir, ninguno de estas acciones tiene el mismo valor que la sangre de este mártir», subrayó Hayizadeh, citado por la agencia Mehr.
Las autoridades iraníes han prometido vengar su muerte y consideran que el asesinato marca un punto de inflexión y llevará a la retirada de las tropas estadounidenses de la región, aunque Washington comenzó a enviar miles de soldados más.
Ante las posibles represalias, el presidente estadounidense, Donald Trump, insistió en que puede que en ese caso EEUU responda de «una manera desproporcionada».
Trump ordenó el bombardeo que acabó el viernes con la vida de Soleiman, del vicepresidente de la milicia chií iraquí Multitud Popular, Abu Mahdi al-Mohandes, y de otros miembros de ese grupo, cuyos restos también han sido traídos a Irán y son homenajeados en los cortejos fúnebres.
En esta jornada, cientos de miles de personas se congregaron en el centro de Teherán para rendir tributo al comandante de la Fuerza Quds y a los otros fallecidos entre gritos de «Muerte a EEUU».
El líder supremo iraní dirigió el rezo multitudinario, al que asistieron los jefes de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo, miembros del Gobierno, diputados y altos comandantes militares.