La autopsia realizada a un extrabajador de CAF fallecido en 2018 ha permitido el reconocimiento del origen laboral de su enfermedad respiratoria, según ha informado la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi, Asviamie.
La misma fuente ha explicado este jueves en un comunicado que el operario trabajó como pintor en la planta que CAF tiene en Beasain en un período comprendido entre 1960 y 1993 en el que estuvo en contacto con «amianto, disolventes y pinturas, sin protección respiratoria alguna».
Pese a que CAF incluyó al operario en el listado de trabajadores expuestos al amianto, tras su jubilación no constaba dicha exposición en Osakidetza, según relata Asviamie.
Explica que, quizás por esta cuestión o por «otra extraña causa», el trabajador, tras ingresar en el Hospital Donostia, fue diagnosticado como «no fumador» que presentaba «placas pleurales, derrame pleural, EPOC severo e insuficiencia respiratoria».
La solicitud de incapacidad permanente por parte del afectado, que llegó un mes después de su fallecimiento, fue rechazada bajo el argumento de que «las lesiones que presentaba no derivaban de enfermedad profesional».
No obstante, su familia había solicitado la realización de una autopsia, cuyo informe elaborado por Osakidetza determina la presencia de «fibras de amianto en los pulmones» del trabajador, afectado de un mesotelioma maligno de tipo sarcomatoide en pleura derecha, una enfermedad derivada del amianto, recuerda Asviamie.
La misma fuente ha precisado que finalmente el INSS, tras el informe de la autopsia, ha reconocido las prestaciones derivadas de enfermedad profesional.
De esta manera, «la familia tiene derecho a iniciar la demanda de daños y perjuicios de recargo de prestaciones contra CAF» que, según Asviamie, «incumplió las normas de seguridad y de prevención de las enfermedades respiratorias producidas por el amianto».