Dabid Lazkanoiturburu

Las protestas tratan de bloquear las sesiones del Parlamento libanés

Cientos de manifestantes antigubernamentales han salido a las calles de Beirut este martes para intentar impedir la llegada de los diputados al Parlamento de Líbano, donde está prevista la votación de una moción de confianza en el nuevo Gobierno.

 Jóvenes tratan de acceder al exterior del Parlamento. (Anwar AMRO-AFP)
Jóvenes tratan de acceder al exterior del Parlamento. (Anwar AMRO-AFP)

Las Fuerzas de Seguridad han lanzado gases lacrimógenos y utilizado cañones de agua para dispersar a los manifestantes que tratan de bloquear el Parlamento, que debe estudiar la hoja de ruta del nuevo Ejecutivo antes de un voto de confianza.

Los manifestantes se han concentrado en carreteras que conectan con el Parlamento libanés, situado en el centro de Beirut y protegido por un fuerte dispositivo de seguridad.

Los manifestantes han exhibido pancartas en las que se lee «No hay confianza» y han expresado su rechazo al nuevo Gobierno liderado por el primer ministro, Hassan Diab, y conformado por 20 ministros.

Según medios locales, los protestantes han bloqueado el convoy de un ministro, lanzando huevos contra su vehículo al grito de «¡Dimisión, dimisión!».

Antes de proceder al voto de confianza, el Parlamento ha previsto sendas sesiones, al mediodía de hoy y de mañana, para interrogar a los ministros y estudiar la «declaración ministerial», la hoja de ruta que presenta las grandes líneas del programa de gobierno.

Sectarismo y corrupción

Las protestas  se suceden en Líbano desde el 17 de octubre y han llevado a la renuncia del anterior primer ministro, el suní Saad Hariri, tras dos semanas de movilizaciones. Los manifestantes han hecho un llamamiento a todos los libaneses para que se manifiesten este martes ante el Parlamento con el objetivo de impedir la llegada de los diputados.

Las protestas exigen un gobierno de tecnócratas, completamente ajeno a la clase política. Exigen asimismo el fin del reparto del poder según criterios sectarios, instaurado tras la guerra civil libanesa porque, sostienen, abre la puerta a la corrupción y el clientelismo masivo, así como a la ineficacia gubernamental.

El equipo de gobierno actual, que incluye a figuras desconocidas del gran público, fue formado tras semanas de negociaciones entre los partidos con mayoría en el Parlamento, concretamente el movimiento chií y sus aliados, sobre todo la Corriente Patriótica Libre, del presidente cristiano, Michel Aoun.