Agustín GOIKOETXEA

Una nueva marcha reivindica que se evite la destrucción de Bolintxu

Cientos de personas han vuelto a exigir esta tarde por el centro de Bilbo que se paralicen las obras de ampliación de la Variante Sur Metropolitana, un proyecto que consideran «injustificable en términos económicos y ambientales», y proteger así Bolintxu, uno de los escasos espacios naturales que aún existen en el Botxo. Consideran que todavía se está a tiempo.

Cabeza de la manifestación poco antes de partir del Arriaga. (Aritz LOIOLA | FOKU)
Cabeza de la manifestación poco antes de partir del Arriaga. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Cientos de personas han participado en la manifestación convocada por la Plataforma contra la Ampliación de la Supersur, que ha partido pasadas las 18.15 de la plaza del Arriaga para discurrir por Gran Vía hasta la plaza Elíptica para finalizar frente al Ayuntamiento de Bilbo. Entre los participantes, cargos públicos de EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que apoyaban la movilización como decenas de sindicatos, asociaciones vecinales y colectivos sociales.

A la cabeza, una pancarta con el lema 'Bolintxu Bizirik. Ampliación Supersur Ez!', portada por activistas que ocultaban su rostro con una careta con la imagen de Unai Rementeria, diputado general de Bizkaia, a quien hacen responsable de un proyecto que solo beneficia a las constructoras.

Al son de una batukada, los manifestantes no han cesado de corear consignas como «Bolintxu ez ikutu», «Bolintxu bai, Supersurik ez» o « ez ez ez Supersurik ez» mientras desde la megafonia que abría la marcha se aportaban datos sobre el proyecto. Por ejemplo, han indicado que hasta ahora ya se han destruido 15 hectáreas de bosque en el entorno de Seberetxe, incluidos varios hábitats de Interés Comunitario, temiéndose que si nadie lo remedia llegarán al valle de Bolintxu, «la joya del macizo del Pagasarri».

Paralización cautelar

La plataforma convocante ha vuelto a exigir la paralización cautelar de los trabajos, argumentando que la Declaración de Impacto Ambiental está caducada y recurrida ante los tribunales. «Una situación irregular que la Diputación ha querido ocultar», han destacado. «En un breve espacio de tiempo nos podemos encontrar con un proceso irreversible –han lamentado–, y todo sin haber escuchado a los tribunales».

«El equipo de Gobierno foral ha presumido de sensibilidad medioambiental en toda esta cuestión mientras no facilitaba a la ciudadanía las conclusiones a las que llega el Estudio de Impacto del propio proyecto de ampliación. Incluso tras la aplicación de medidas correctoras, la afección sobre las aguas del arroyo Bolintxu, sobre la red de drenaje del valle, sobre su flora y la fauna protegida y amenazada será severa, y habrá un gran aumento de la contaminación acústica y lumínica. En consecuencia, precisará de años para recuperarse si es que alguna vez lo hace», han insistido en el comunicado leído frente a la casa consistorial bilbaina.

Además, han recordado el poco tráfico que discurre por esta autopista de pago. «En 2005 anunciaron a bombo y platillo un tránsito diario de 41.000 vehículos, una previsión que rápidamente redujeron a poco más de la mitad, y que la realidad, en 2018, colocó por debajo de los 10.000 coches y camiones. En otras palabras, un fiasco», han subrayado, citando que la primera fase costó a las arcas forales 821 millones de euros y la ampliación en marcha otros 187 millones.