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Turingia elige a Ramelow como primer ministro y restablece el cordón sanitario a la ultraderecha

El Parlamento del estado alemán de Turingia ha elegido finalmente al líder del partido Die Linke (La Izquierda), Bodo Ramelow, como primer ministro, en un intento de superar el bloqueo político en el land y la crisis nacional que supuso la ruptura del «cordón sanitario» hacia la ultraderecha.

El nuevo primer ministro de Turingia, Bodo Ramelow, jura el cargo. (Jens SCHLUETER/AFP)
El nuevo primer ministro de Turingia, Bodo Ramelow, jura el cargo. (Jens SCHLUETER/AFP)

El Parlamento del estado alemán de Turingia ha elegido al líder del partido Die Linke (La Izquierda), Bodo Ramelow, como primer ministro, en un intento por superar la crisis política que ha trascendido a nivel nacional y que ha puesto contra las cuerdas a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller, Angela Merkel.

La elección de un mandatario liberal –Thomas Kimmerich– gracias a los votos de la CDU y la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) llevó a la líder del partido de Merkel, Annegret Kramp-Karrenbauer, a renunciar a la sucesión de la actual canciller.

Esta elección rompió de facto el cordón sanitario que descarta toda cooperación, directa o indirecta, con la AfD.

Kemmerich renunció asimismo poco después a ser el jefe del gobierno regional, mientras que el líder la CDU en Turingia, Mike Mohring, dimitió de su cargo.

Para tratar de desbloquear la situación, la delegación regional de la CDU se abrió a «tolerar» la elección de Ramelow. Pero desde la central del partido se recordó la resolución aprobada a escala federal de no cooperar ni con La Izquierda ni con la AfD.

En un intento por evitar la convocatoria de nuevas elecciones, los diputados de Turingia estaban llamados de nuevo este miércoles a votar candidaturas a primer ministro. El principal aspirante, Bodo Ramelow, de Die Linke, ha tenido que esperar a la tercera votación para asegurarse su vuelta al poder.

Ramelow ha logrado 42 apoyos, entre los que figuran sus compañeros de partido y también socialdemócratas y verdes, suficientes para obtener una mayoría simple en la tercera ronda.

Su rival, el ultraderechista Bjoern Hoecke, representante del ala más cercana al neonazismo, se ha tenido que conformar con 22 votos en las dos primeras rondas, tantos como representantes tiene la AfD en el Parlamento regional, y no ha concurrido en la tercera.

La CDU sigue en crisis

La CDU, con 21 diputados, ha optado por abstenerse en estas votaciones, mientras que los liberales se han inclinado por el boicot. El líder del grupo de la CDU en Turingia, Mario Voigt, confía en que su abstención sirva para calmar los ánimos «sin violar los principios políticos básicos» del partido, que también se niega por sistema a colaborar con Die Linke.

Ramelow representa al ala más moderada del partido y es el político más popular del land, por el buen balance del tripartito que lo gobernó los últimos cuatro años.

Die Linke fue el partido más votado en las regionales del pasado setiembre, mientras que la AfD quedó en segunda posición, seguida de la CDU, socialdemócratas, verdes y finalmente liberales.

La elección y posterior retirada de Kemmerich dejó a Turingia en una situación de bloqueo, que parecía iba a precipitar nuevos comicios. Los sondeos apuntaban, en ese caso, a un fuerte ascenso de Die Linke y un voto de castigo a la CDU y los liberales, que quedarían fuera de la Cámara.

Con la votación de este miércoles se desbloquea la situación a escala regional. Sin embargo, las consecuencias nacionales de la tormenta persisten, especialmente para la CDU. Para finales de abril se ha convocado un congreso para elegir a su nueva presidencia.