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El coronavirus congela «sine die» las negociaciones del Brexit

Las negociaciones del Brexit, hasta hace pocos días uno de los dossiers más relevantes no solo en el ámbito europeo sino internacional, han quedado congeladas ante la apremiante crisis del coronavirus, mientras aumentan las especulaciones sobre una extensión del periodo de transición más allá del 31 de diciembre.

El negociador jefe de la UE ha anunciado que ha dado positivo en el test de coronavirus. (François WALSCHAERTS-AFP)
El negociador jefe de la UE ha anunciado que ha dado positivo en el test de coronavirus. (François WALSCHAERTS-AFP)

Esta semana estaba previsto que comenzara la segunda ronda de negociación sobre el Brexit entre Londres y Bruselas para cerrar los detalles de la futura relación entre ambos lados del canal de la Mancha, pero ambas partes han optado por posponerla.

El Gobierno británico ha resaltado que continúa comprometido con el plazo marcado para alcanzar un acuerdo, aunque cada vez son más las voces que ponen en duda la viabilidad de ese objetivo y sugieren la inevitabilidad de una prórroga

Ambos equipos están valorando la posibilidad de continuar las conversaciones por medio de videoconferencia, pero por ahora no se ha optado por esa vía.

Anoche se intercambiaron los borradores legales sobre los que pensaban trabajar en conjunto estos días y una portavoz del Ejecutivo británico indicó que esperan más contactos la próxima semana, sin ofrecer otros detalles.

Positivo de Barnier

Coincidiendo con este parón, el negociador europeo para el Brexit, el exministro francés Michel Barnier, ha anunciado este jueves a través de las redes sociales que ha dado positivo en las pruebas de coronavirus y por tanto cumplirá «estrictamente» con el confinamiento en su domicilio, dado que se encuentra en buen estado pese al contagio.

Más allá de las dificultades para negociar cara a cara, la nueva relación comercial que previsiblemente se establecerá requerirá cambios sustanciales en el modo de funcionar de las empresas, tanto británicas como europeas, que precisamente por la crisis del coronavirus tienen ahora más difícil cualquier adaptación.

La pandemia, además, consume recursos en prácticamente todos los ministerios del Gobierno británico, lo que dificulta que puedan dedicar los esfuerzos previstos para una negociación amplia y compleja.

El portavoz oficial del primer ministro, Boris Johnson, ha asegurado que «no es cierto»  que el Ejecutivo esté considerando una extensión del plazo, aunque diversos funcionarios han indicado al diario ‘Financial Times’ que la fecha del 31 de diciembre ya no parece tan inamovible como hasta ahora.

«Si no podemos continuar con las negociaciones de manera adecuada, entonces estamos ante un mundo distinto», indicó a ese diario un alto funcionario.

Hasta junio

El acuerdo de salida de la UE aprobado tanto por el Parlamento británico como por la Eurocámara estipula que Johnson debe decidir en junio si pide una extensión del periodo de transición, el plazo en el que Gran Bretaña sigue vinculado a las estructuras del bloque comunitario, aunque oficialmente ya no pertenece a él.

En caso de llegar a la fecha límite del 31 de diciembre sin haber firmado una nueva relación bilateral ni una extensión, se produciría un escenario similar al de un Brexit sin acuerdo, lo que amenazaría con dañar las economías de ambos lados del canal.

A pesar de las dificultades para seguir avanzando, el Gobierno británico recalca que mantiene su voluntad de «considerar modos alternativos para continuar el diálogo» y está explorando maneras de «flexibilizar la estructura» de las negociaciones.

«Tenemos confianza en que esto se puede hacer y, la verdad, no creo que retrasar las negociaciones del Brexit otorgue la certidumbre necesaria en ambos lados del canal de la Mancha», ha dicho el ministro de Exteriores, Dominic Raab, en la Cámara de los Comunes.