Joseba ITURRIA

Amazon France reconoce sus lagunas en seguridad tras las quejas del ministro de Economía

El presidente de Amazon France, Ronan Bolé, ha admitido que su empresa tiene que mejorar las medidas de seguridad después de que el ministro de Economía galo, Bruno Le Maire, le acusara de ejercer «presiones inaceptables» a sus trabajadores, que denuncian además los riesgos que asumen.

Las peticiones a Amazon han subido por la crisis sanitaria de coronavirus. (Bruce Bennett/AFP)
Las peticiones a Amazon han subido por la crisis sanitaria de coronavirus. (Bruce Bennett/AFP)

Amazon France ha tenido que responder por las críticas recibidas y su presidente, Ronan Bolé, ha reconocido en una reunión telefónica con los representantes de los sindicatos que su empresa «no hace las cosas perfectamente. Hay lugares en los que hay que mejorar».

Estas declaraciones y estas conversaciones con los representantes de los sindicatos llegan después de que el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, manifestara en France Inter que los trabajadores sufren «presiones inaceptables y vamos a asegurarnos de que Amazon lo sepa».

La empresa asegura que tiene como prioridad la seguridad de sus trabajadores, pero éstos denuncian presiones y que las medidas de protección no son «ni de lejos suficientes». Solicitan el cierre de la sede de la empresa en Douai o, por lo menos, una reducción de los envíos a productos de primera necesidad, como el material médico.

Un representante de los trabajadores trasmitía que «todos tenemos miedo a ser afectados por el virus. Cada vez que alguien tose el resto de trabajadores lo miran asustados. Vamos a trabajar como a un matadero y la dirección de Amazon amenaza con sancionar por ausencia injustificada a los trabajadores que deseen acogerse a su derecho de no acudir al trabajo».

El aislamiento de los ciudadanos en sus viviendas y la crisis de coronavirus ha provocado que aumente la compra de productos por internet a Amazon en todo el mundo. La mayoría de los productos requeridos no son de primera necesidad y los trabajadores sufren una sobrecarga de trabajo. Las entregas en muchos lugares no se realizan al comprador en mano, sino que se dejan en la puerta de su domicilio, pero en el conjunto de la cadena y en los almacenes de la empresa denuncian riesgo de contagio entre trabajadores.