El consejero de Sanidad de Lombardía, Giulio Gallera, pidió esta semana el envío de personal médico para apoyar a su personal sanitario al embajador cubano en Italia, José Carlos Rodríguez Ruiz, que trasladó esta petición a las autoridades de su país y éstas han respondido de urgencia con la llegada hoy a Milán de su mejor brigada médica.
Los 52 médicos y enfermeros desplazados integran el Contingente Internacional Henry Reeve, creado por el fallecido expresidente Fidel Castro en 2005 para ayudar en situaciones de desastre y epidemias. Su labor en unas veinte naciones le valió un premio de la Organización Mundial de la Salud en 2017.
Los especialistas cubanos están altamente cualificados, tienen experiencia en epidemias como el ébola y asistirán a sus colegas lombardos, que trabajan en condiciones extremas con hospitales desbordados ante el rápido ascenso del número de casos graves.
Los cubanos se unirán a una decena de médicos chinos que ya se encuentran en la zona y serán destinados a un nuevo hospital de campaña en Bérgamo, la provincia con mayor número de enfermos. El presidente de Lombardía, Attilio Fontana trasmitió que con esta ayuda cubana «logramos recuperar un grupo de médicos para hacer eficiente y efectivo el hospital de Bérgamo, cuya construcción se frenó debido a la falta de personal».
Los médicos de la brigada Henry Reeve posaban antes de viajar a su primera misión en Europa con una fotografía de Fidel Castro y le deseaban «Gloria eterna», mientras gritaban «¡Viva la revolución cubana. Hasta la victoria siempre!».
Uno de sus integrantes trasmitía que «para la medicina cubana constituye un reto, sobre todo porque tenemos que salir a cumplir con esta honrosa tarea para la que nos hemos formado casi todos los cubanos, basada en el principio de solidaridad».
Otro de los médicos cubanos desplazados a Italia trasmitía que «miedo tenemos todos, pero hay una tarea revolucionaria que cumplir y el miedo se controla y se pone a un lado. El que llega no tiene miedo. Nosotros no somos super héroes, somos médicos revolucionarios».
Esta es la sexta brigada médica que viaja a combatir el COVID-19 fuera de Cuba, donde el Gobierno insiste en que de momento la situación está controlada. Todos los casos son importados y no existe contagio local.
Grupos de sanitarios cubanos ya se encuentran además en Surinam, Nicaragua, Jamaica, Venezuela y pronto estarán en Granada, informó la Cancillería del país caribeño. Además Cuba permitió el atraque del crucero Bremans rechazado por otros países y aseguró el traslado a más de 700 pasajeros.
Según datos oficiales, desde la epidemia del ébola en 2014, Cuba ha recibido solicitudes para enviar 12.000 profesionales sanitarios al exterior.
«Existe un sentimiento nacional de querer cooperar. Recibimos mensajes de personas voluntarias dispuestas a partir hacia cualquier lugar para ayudar ante esta situación global de salud», dijo a la prensa cubana el director de Colaboración Médica del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Jorge Juan Delgado. La cooperación médica de la isla está presente en 37 países con casos de COVID-19. Según las autoridades, ningún médico cubano se ha contagiado y todos «están bien de salud».
Cuba decidió seguir el ejemplo de varios países de la región y cerrar sus fronteras durante un mes, excepto para los residentes en la isla y las actividades comerciales, a partir del próximo martes. La decisión llega después de que aumentara la inquietud entre la población y se acumularan las peticiones en las redes ante el crecimiento de casos importados de la enfermedad.
Los cubanos y residentes extranjeros que regresen tendrán que guardar dos semanas de cuarentena en dependencias sanitarias. El Gobierno ha pedido además adoptar medidas de distanciamiento social, favorecerá el teletrabajo, apoyará a los autónomos que se vean afectados y garantizará los sueldos estatales.
De momento La Habana descarta cerrar escuelas, universidades, comercios, restaurantes y declarar toques de queda. El presidente Miguel Díaz-Canel enfatizó en una comparecencia en la televisión nacional que más adelante tomará «medidas más fuertes» de ser necesario.
Cuba contabiliza hasta ahora 21 casos confirmados de COVID-19 y mantiene a 716 personas en aislamiento preventivo en centros sanitarios, así como vigilancia comunitaria sobre otras 28.139, según el parte más reciente del Ministerio de Salud Pública, que no ha emitido un nuevo comunicado desde el viernes por la noche, cuando elevó la cifra a cinco nuevos casos positivos.
El único fallecido por el momento es un hombre italiano de 61 años que fue uno de los tres primeros casos diagnosticados en Cuba, todos ellos turistas de ese país europeo.