Fuerte descenso en la cifra de nuevos casos de contagio y números de récord en el volumen de pacientes recuperados son las dos buenas noticias que se han dado en Italia en las últimas horas, pese a que los guarismos en lo que se refiere a fallecidos siguen siendo elevados, al haberse cuantificado 812 nuevas muertes.
Según los datos ofrecidos por el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, en las últimas 24 horas se han registrado 1.648 nuevos episodios –menos de la mitad de los aumentos de los días más recientes–, lo que eleva su número hasta los 101.739.
Más de la mitad –un 58%– están recuperándose aislados en sus domicilios, con síntomas leves o sin ellos, mientras que cerca de cuatro mil se encuentran ingresados en cuidados intensivos. En lo que se refiere a la cifra de fallecidos, la tendencia es muy similar a la de las últimas fechas y el total se eleva a los 11.591.
Borrelli ha puesto el acento en que 1.590 personas han recibido el alta tras haber superado la enfermedad, lo que constituye una cifra récord desde que se declaró el brote en el país transalpino y ya son 14.620 los pacientes que han sobrevivido a los efectos del virus.
Italia afronta así la semana con cierta esperanza a la espera del ansiado pico que marque el descenso en la curva de contagios, pero se da por descontado que se alargarán las limitaciones sociales y el confinamiento más allá del 3 de abril fijado inicialmente.
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha confirmado que todas las medidas se prolongarán «al menos» hasta la Pascua, el 12 de abril, tras reunirse esta mañana de lunes con el comité científico que le asesora, se lee en un comunicado oficial.
«El Gobierno actuará en esa dirección», ha declarado.
El primer ministro, Giuseppe Conte, ya había adelantado que el Gobierno trabajaría esta semana en un decreto para alargar el confinamiento y las restricciones unas dos semanas y la idea es proceder después a retirarlo de forma gradual y paulatina.