En una entrevista a Herri Irratia, Tapia ha explicado que los últimos días han sido «complicados» ante la «incertidumbre» de qué empresas y activiades podían seguir funcionando, pero ha considerado que ya se ha ido «aclarando» la situación y que hora toca «preservar la salud de los todas las personas», que es la «premisa principal» y, «al mismo tiempo, tratar de mantener una mínima actividad» en la economía.
Tapia ha afirmado que el debate «salud versus economía» no es cierto porque «no hay salud sin una economía que lo pueda soportar, y no hay economía boyante y adecuada si las personas no gozan de una buena salud. Son pilares que se soportan el uno al otro».
Ha insistido en que es «un debate falso« y ha defendido que el Gobierno Urkullu siempre ha puesto «por delante» la salud de las personas.
Preguntada por si se estaban cumpliendo esos protocolos, ha asegurado que al «100% no puede asegurarlo», porque no ha visitado todas las empresas, pero ha asegurado que le consta que la gran mayoría de empresarios han hecho un esfuerzo «muy importante» para «garantizar la salud y seguridad».
Tapia ha manifestado que el Real Decreto del Gobierno español plantea «dos elementos relevantes». Por una parte, reducir la movilidad y, por otro, mantener la economía «sin que se produzca un cierre total y una situación que pueda producir un desempleo y una crisis mayor».
Al ralentí
La consejera cree que será posible «garantizar» la seguridad de las personas y, a la vez, «mantener la economía», aunque sea «al ralentí», para lograr que se pueda salir luego de esta crisis «lo mejor posible».
Tapia ha indicado que con la nota aclaratoria que emitió su Departamento pretendían explicar que hay empresas que son «soportes de las esenciales» y que, por tanto, deben mantener una actividad mínima, en referencia a la industria electrointensiva y a la siderurgia. «En estos momentos la situación está más clara».
En cuanto a la construcción es un sector que ha quedado «bajo mínimos», porque se han mantenido «un par de obras de urgencia» pero el resto «se ha llevado a cero».
Ha augurado que la crisis económica que se va a vivir puede ser «tan profunda» como la de 2008, pero espera que tenga una «recuperación más amplia» y que esta, a nivel global, pueda «ayudar a traccionar el comercio internacional».