En virtud de la propuesta gubernamental a la que ha tenido acceso DPA, el Gobierno de Angela Merkel plantea alargar el confinamiento hasta el 3 de mayo pero pretende aliviar algunas restricciones para la apertura de pequeños negocios y espacios públicos.

En teoría, el fin del confinamiento en Alemania estaba previsto para el 19 de abril pero todo hace indicar que se alargará hasta mayo. 

Para esta nueva fase del confinamiento, sin embargo, el Ejecutivo de Merkel plantea suavizar algunas restricciones. Por ejemplo, la idea es que los negocios de menos de 800 metros cuadrados podrán abrir de nuevo sus puertas.

Aunque la decisión final la tomarán los 16 gobiernos regionales, el Gobierno federal está buscando la coordinación sobre qué hacer con el confinamiento, cuya expiración está prevista el próximo domingo. Merkel está manteniendo discusiones con los primeros ministros de los estados federados este miércoles.

Algunos negocios, incluidos los concesionarios de coches, las tiendas de bicicletas y las librerías, podrán reabrir, siempre y cuando se mantenga la higiene adecuada. Bibliotecas, archivos, zoológicos y parques botánicos también podrán volver a estar operativos, según la propuesta federal.

Por otra parte, los servicios que implican un contacto personal estrecho, como las peluquerías, tendrán permitida la reapertura a partir del 4 de mayo pero bajo ciertas condiciones, como el uso de equipos de protección personal.

Restaurantes, bares y pubs, por contra, permanecerán cerrados, igual que seguirán prohibidos los actos religiosos de todo tipo. En el caso de los hoteles, seguirán estando disponibles para uso esencial, no con por turistas.

Controles fronterizos

Lo que sí está confirmado es que Alemania ha prolongado los controles fronterizos impuestos por la pandemia del coronavirus, tanto en el tráfico terrestre como el tráfico aéreo o marítimo, hasta el 4 de mayo próximo, según ha informado este miércoles el Ministerio de Interior.

La medida fue adoptada el 16 de marzo y afecta a la llegada de pasajeros a través de las fronteras interiores con Austria, Suiza, el Estado francés, Luxemburgo y Dinamarca, así como a los procedentes de Italia y el Estado español.

La vigencia de esos controles expiraba ayer, martes, pero el titular de Interior, Horst Seehofer, ha acordado prolongarlas por otros veinte días con las autoridades de los Länder afectados, a los que compete su implementación.

Desde el Gobierno alemán se ha insistido en que estos controles no implican un cierre de las fronteras, que siguen abiertas para el transporte de mercancías, para los ciudadanos que trabajan en uno de los países vecinos o para quienes deban viajar por razones concretas.

Todo viajero que llegue al país, incluidos alemanes o extranjeros residentes, debe someterse de inmediato a 14 días de cuarentena domiciliaria como medida preventiva contra la extensión de la pandemia.