El concejal de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia de Gasteiz, Jon Armentia, ha anunciado que el Ayuntamiento hará la prueba del Covid-19 «paulatinamente» a todos sus trabajadores de sus servicios, aunque ha advertido de que «no se puede implementar el 100% de repente».
Ha explicado que la pasada semana se hicieron test en la residencia San Prudencio, unas pruebas que se van a extender a «todos los profesionales» sociosanitarios del centro municipal durante la próxima semana. «Hacemos lo que podemos con las medidas que nos dan», ha alegado.
Armentia ha admitido «las continuas dificultades para acceder a EPIs» (equipos de protección individual) para el personal sociosanitario, ya que dependen de lo que les da Osakidetza y ha indicado que desde el pasado 4 de abril se dota «semanalmente de 3.600 mascarillas y pares de guantes» a las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio y «se intenta mantener» un remanente de material.
El concejal de Políticas Sociales ha comparecido de forma telemática a petición de EH Bildu y Elkarrekin Vitoria para dar cuenta de las acciones llevadas a cabo por su departamento para hacer frente a la crisis provocada por el coronavirus.
Armentia ha expuesto algunas «del más de medio centenar» de medidas puestas en marcha para proteger a los colectivos más vulnerables como las personas mayores, la infancia, las familias y personas con menos recursos para lo que ha complementado su departamento con «221 personas» más.
Respecto a los centros residenciales de personas mayores, el Ayuntamiento ha contratado a 29 personas en la residencia San Prudencio donde han fallecido 11 de sus 200 usuarios y 26 se encuentran aislados por haber dado positivo, mientras que en las viviendas comunitarias Aurora, que alojan a 32 personas, se ha producido 1 positivo, y en Los Molinos, que acoge a 34 residentes, no se contabiliza ningún caso en estos momentos.
Armentia ha explicado que «se ha reforzado el personal para disminuir la rotación y la limpieza» de los centros residenciales, y se ha ayudado a la comunicación con sus familias mediante «15 tabletas y móviles».
Por su parte, el Centro Municipal de Acogida atiende a 57 personas, a las que facilitan «estancia, manutención e higiene». Los frontones de Lakua disponen de 50 plazas para personas sin hogar y otras 30 personas están acogidas entre el Aterpe y Los Arquillos.
El Ayuntamiento ha habilitado un nuevo programa de «atención psicológica» tanto para sus trabajadores como para el conjunto de la población y, en colaboración con Cruz Roja, atiende a 38 familias en situación de vulnerabilidad para facilitarles la compra en sus domicilios.
También se hace un seguimiento telefónico a más de 10.000 usuarios de los centros socioculturales de mayores durante este confinamiento para detectar «situaciones de angustia y soledad» y dotarles de alimento y apoyo psicológico.
El servicio de ayuda a domicilio presta servicio a 801 personas, durante esta crisis se ha ampliado a otras 18 más, se ha detectado a 110 personas vulnerables a las que «se les lleva comida a domicilio», se ha adelantado el pago de 900.000 euros en ayudas sociales a más de 3.000 familias y se mantienen «terapias y reuniones de forma virtual» de cara a orientar y apoyar a los menores en situación de riesgo y sus familias, entre otras iniciativas.
Ante las propuestas de EH Bildu y Elkarrekin Vitoria de «cambiar el modelo social» del Ayuntamiento, Armentia ha defendido «el esfuerzo sin precedentes» realizado y ha asegurado que «en ningún momento» los servicios sociales han estado «desarbolados». «Lo tenemos todo controlado», ha apostillado.