Entre esos recursos, figura el albergue municipal Jesús y María, ubicado en la calle Compañía, que acoge en estos momentos a 34 personas, todas ellas transeúntes, que debido a la crisis sanitaria no pueden permanecer en las calles.

Aunque la cifra oscila casi a diario, este recurso asistencial está prácticamente completo desde su apertura, el pasado 24 de marzo, según informa el Ayuntamiento.

Enfocado únicamente a personas de alta exclusión, en su mayoría hombres, que viven en las calles y pernoctan en espacios públicos, como cajeros, puentes o edificios abandonados, con un total de 40 plazas se habilitó para reforzar el albergue de transeúntes de Trinitarios, que había completado ya sus 40 plazas cuando se decretó el estado de alarma.

Entre ambos recursos, gestionados por la Fundación Xilema, se dispone de 80 plazas para personas de alta exclusión, que pueden ampliarse si fuera necesario. En conjunto, 20 profesionales trabajan día a día con estos usuarios, que cuentan con acompañamiento socioeducativo las 24 horas del día los 7 días de la semana.

Uno de los problemas con los que estas personas se suelen encontrar es con la dificultad de acceder a determinados alojamientos con sus mascotas, razón por la que en el albergue Jesús y María se van a instalar tres jaulas para perros. El albergue de Trinitarios ya venía contando con estos medios para poder acoger personas en exclusión acompañadas por animales.

El servicio de alojamiento del albergue Jesús y María se completa con el acceso al comedor social municipal, que a raíz de la crisis sanitaria ha visto incrementado el número de comidas entregadas en un 30 %.

Además de esos albergues se han habilitado otros recursos para paliar las necesidades de las personas y familias en riesgo de exclusión y con problemas de vivienda como la residencia del antiguo convento María Auxiliadora de la Txantrea, acondicionado como residencia para unidades familiares monoparentales.

Alberga a cinco familias, en total quince personas y cuenta con un equipo profesional integrado por 12 educadores municipales, que ofrecen acompañamiento a las familias las 24 horas del día.

Además, el Consistorio ha suscrito acuerdos con tres pensiones, todas ellas recogidas y acreditadas mediante Orden Foral, para acoger a familias con menores, parejas sin hijos o personas que han perdido la vivienda. Así las pensiones Eslava, Leyre y Olga han acogido a 31 personas, que en la mayoría de los casos recurren a este recurso de forma individual, si bien hay también cuatro unidades familiares.

También se ha habilitado el albergue Paderborn, ubicado en la casa Iraizoz, como espacio de acogida para personas con necesidad de vivienda, pero no ha recibido ninguna derivación.

Por otra parte, el Ayuntamiento indica que las solicitudes para el programa de ayudas de emergencia, destinadas a cubrir gasto de alquiler de vivienda y alimentación, principalmente, han crecido un 60 % en apenas un mes, lo que extrapolado al conjunto del año supone un incremento de gasto de alrededor de un millón de euros.