El astillero vasco Balenciaga y el asturiano Gondán han logrado un proyecto de construcción naval para el sector eólico marino del armador noruego Ostensjo Rederi para fabricar cuatro buques de última generación. Los navíos estarán preparados para navegar «con cero emisiones», gracias a la propulsión con hidrógeno, según ha informado Pymar.
Pymar, sociedad que agrupa a los principales astilleros para defender los intereses de la construcción naval privada, ha explicado que «la acción conjunta, colaborativa y comercialmente novedosa, así como el know-how entre Gondán y Balenciaga ha hecho que la naviera OR confíe en ellos para ejecutar su ambicioso proyecto».
La sociedad ha remarcado que «este sector incipiente, pero de gran potencial, hizo que, tras un estudio pormenorizado del mercado, la naviera noruega anunciara el pasado octubre un programa de construcción naval que incluía cuatro unidades punteras de apoyo a la operación de plataformas marinas eólicas con los últimos avances tecnológicos incorporados».
El armador inició entonces conversaciones con Gondán, a quien ya ha encargado buques hasta en 13 ocasiones. Integrados en Pymar, Balenciaga y Gondán son compañías de tamaño empresarial similar que habían estudiado con anterioridad la posibilidad de abordar desarrollos juntos.
Desde Pymar han destacado que estas unidades «serán únicas en su clase por ser pioneros» en incorporar aspectos como una tecnología que «permitirá en el futuro cercano una operación con cero emisiones», gracias a la utilización de líquido hidrogenado (LOHC) como fuente de propulsiva.
Asimismo, se incluye un sistema de recuperación de todas las fuentes de calor a bordo, que permite «el máximo aprovechamiento de la energía».
Acuerdo importante «en el aspecto económico»
Según ha explicado Pymar, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno de Lakua, Arantxa Tapia, ha valorado el acuerdo en un actual momento «tan complicado» también en el aspecto económico.
Asimismo, ha destacado «la gran capacidad» del sector naval de la CAV, que aporta «gran valor añadido», ha trabajado «mucho por avanzar en innovación» y en los últimos años ha demostrado ser «muy competitivo».