Entender cómo se hace el cálculo puede resultar complejo, pero es bastante más sencillo explicar qué refleja: el índice señala a cuánta gente contagia cada infectado. Cuando el R-0 –el número reproductivo básico– está por debajo de 1, significa que la epidemia va cuesta abajo, si supera ese umbral, sin embargo, significa que la enfermedad vuelve a estar en expansión.

En este terreno, existen divergencias entre los datos ofrecidos por el Gobierno de Gasteiz y lo que ofrece el Instituto Carlos III, que calcula un índice para cada comunidad desde hace semanas.

La consejera de Salud, Nekane Murga, ha atribuido la diferencia a la aplicación de diferentes criterios sobre los nuevos positivos a la hora de hacer el cálculo. Murga ha explicado que en su departamento toman como referencia la cifra de nuevos positivos confirmados por PCR, que en los últimos días está siendo muy baja y dejan fuera a todos los casos detectados con test rápidos, arguyendo que pueden ser casos con la infección ya superada. Un matiz sobre los casos positivos que también introdujo la consejera de Salud del Gobierno de Nafarroa, Santos Indurain, a la hora de tratar la cuestión de los nuevos casos por coronativus en el herrialde.

Aunque Murga ha considerado que los cálculos del Gobierno de Lakua son más fiables, su número dos, Iñaki Berraondo, ha llegado a calificar de «mejor» el cálculo realizado por Madrid. Berraondo ha explicado, igual que la consejera, que en la CAV solo introducen en la fórmula los positivos confirmados mediante PCR, pero ha añadido que el Carlos III incluye en el cálculo matemático la relación de tiempo transcurrido entre que aparecen los síntomas y se confirma el caso, algo que según el propio viceconsejero, hace que el cálculo de Madrid vaya con algún día más de retraso, pero sea bastante más preciso.

Dada la diferencia que marca sobrepasar o no el umbral del 1 en este índice, la precisión no parece una cuestión menor en este asunto.