La propuesta, denominada «Hoja de ruta económica y empresarial para hacer frente desde Euskadi a la crisis del Covid-19», ha sido remitida por Confebask al Gobierno de Gasteiz.

Incluye diversas medidas dentro de lo que han llamado «Plan 2R: resistir y reactivar». En el primero de sus objetivos, el de «resistir», se encuentran propuestas como aportar líneas de liquidez empresarial en cuantía suficiente a pymes y autónomos; aprobar medidas para facilitar el mantenimiento del mayor nivel de empleo y empresas posible; y aportar rentas a los colectivos más desfavorecidos por la crisis».
     
Para «reactivar», Confebask y sus organizaciones asociadas proponen «estimular la demanda interna vasca de bienes de consumo local y la inversión en Euskadi, tanto pública como privada».

Asimismo, piden «estimular la internacionalización empresarial, el rescate y relanzamiento de empresas viables en dificultades; la reactivación de sectores estratégicos y/o más castigados por la crisis sanitaria; la relocalización de cadenas de suministro internacionales; el desarrollo de una cadena de suministro local para el sector de salud y biociencias y aprobar planes flexibles, ágiles y con la dotación suficiente para la cualificación y recualificación de personas en desempleo y en ERTE».

Para financiar este proceso, bastante parecido por cierto al Plan 3R de los años 90 del pasado siglo, la patronal entiende que serían necesarias medidas fiscales y complementarias.

La patronal solicita al Gobierno de Lakua «un recargo fiscal temporal y finalista, durante un periodo de tiempo determinado, para poder hacer frente a la devolución de la deuda en la que habrá que incurrir necesariamente para salir de la crisis».  

No detalla «el alcance, la cuantía y el plazo del recargo fiscal concreto», pero admite que son «propuestas con precedentes» en la CAV y en Alemania. 

Confebask explica que el recargo fiscal se produciría en todos los tributos concertados «IRPF e Impuesto sobre Sociedades, y siempre bajo el principio de que aporte más quien pueda hacerlo. No sería una medida de corte general indiscriminada», añade.

Justifica la iniciativa en que «estamos ante una crisis económica y social sin precedentes» y añade que responde «a un sincero compromiso con el país y sus personas, siendo conscientes de que el esfuerzo de devolución recae en los que mejor están soportando la crisis, los que mantienen el empleo y los beneficios, y las mayores rentas. Es decir, se trata de una apelación directa al principio de solidaridad».

LAB rechaza propuesta

En un comunicado, LAB ha replicado a Confebask que «no vamos a aceptar que, del mismo modo que ocurrió tras la crisis de 2008, seamos las y los trabajadores quienes paguemos las consecuencias de la crisis del Covid-19, y su propuesta d  va en este sentido».

A falta de conocer los detalles concretos, el sindicato subraya que «plantear una modificación del IRPF supone no afrontar la responsabilidad social que tiene la patronal en esta fase económica y social». Porque entiende que «este impuesto pivota principalmente en las rentas del trabajo y no es nada progresivo».

LAB considera que se debe «fijar la mirada» en el Impuesto de Sociedades «para que las empresas paguen impuestos en función de los beneficios que obtienen y establecer mecanismos para que las rentas del capital paguen más».

Por último, la central abertzale añade que consideramos que «ha llegado el momento de poner fin a este ciclo de acumulación y de riqueza capitalista» y adelanta que este lunes presentará sus propuestas sobre fiscalidad.