Con un informe del Consejo Científico sobre la mesa que no pone obstáculos a que los municipios que no eligieron a sus consistorios el 15 de marzo puedan elegir en junio a sus alcaldes, el consejo de ministros, primero, y una reunión de partidos después, determinarán hoy la virtualidad del planteamiento que representantes del gobierno ya expusieron, ayer tarde, en reuniones con asociaciones de electos.
Bien es cierto que el consejo emitió un informe más bien salomónico, lo que no facilita del todo las cosas a Emmanuel Macron. Tras las muchas sombras que cubrieron la primera vuelta electoral del 15 de marzo, el Consejo Científico, si bien no plantea obstáculos insuperables para la celebración de la segunda vuelta electoral en junio, propone que se adopten medidas especiales para la campaña y de cara al escrutinio.
Además, preconiza que, dada la situación cambiante aparejada a la pandemia, la decisión final se adopte quince días antes de la votación que, según ha dado a entender en diversos contactos el primer ministro, Edouard Philippe, podría celebrarse el 28 de junio.
Con todo, el Gobierno busca un consenso, o si no es posible, al menos una escenificación de diálogo, cara a no asumir en solitario los riesgos de la decisión. Máxime cuando las dudas afloran en la propia mayoría presidencial, con voces discordantes en La République en Marche.
Así las cosas, la reunión del consejo de ministros servirá para cimentar una posición común antes de que, a las 19.00, el primer ministro reciba a los representantes de los partidos políticos, lo que propiciará una fotografía que no se repetía desde febrero, lo que da cuenta tanto del cambio de costumbres generado por el covid-19 como de la importancia que otorga el Ejecutivo a contar con apoyos de peso cara a tomar una decisión sobre el mejor modo de completar el proceso electoral.
Carta de alcaldes
36 alcaldes -y un total de 50 electos- le echaron un capote, el pasado domingo, al hacer público un manifiesto en “Le Journal du Dimanche” por el que avalaban la celebración de la segunda vuelta, que afecta a menos del 10% de los municipios galos, aunque entre ellos se encuentran los de mayor población, con París a la cabeza.
Los partidos se muestran divididos, con voces a favor y en contra de la opción de junio, aunque la coincidencia general es que retrasar a otoño el proceso electoral puede tener el escollo mayor de que, con la ley en la mano, habría que repetir las dos vueltas.
Adaptación del sistema de voto por correo, reorganización de los colegios electorales, condiciones de seguridad más eficaces que las adoptadas en el escrutinio del 15M, son algunas de las propuestas que han salido a la palestra tras conocerse el informe del Consejo Científico, que no pone obstáculos pero tampoco respalda con claridad la convocatoria electoral.
La invitación de reunión presencial cursada a los líderes políticos plantea una aceleración, pero no tiene por qué abocar necesariamente a una decisión si, como se prevé, el debate es intenso, dadas las distintas visiones que se expresan en los partidos.
Lo que sí parece claro es que el Gobierno tratará de sumar algún apoyo, cara a no sortear en solitario las posibles implicaciones negativas de la decisión.
De hecho ha sugerido un voto en el Parlamento, iniciativa que la mayoría de derecha que controla el Senado no ha acogido, de partida, con buenos ojos.
Por si fuera poco, la muy heterogénea mayoría de LREM en la Asamblea Nacional ha saltado esta semana, al menos aritméticamente hablando, por los aires, con la aparición del grupo “Ecología, Democracia, Solidaridad” impulsado por al menos 17 diputados adscritos hasta la fecha a la mayoría presidencial.
Un cocktail complejo para resolver una cuestión no exenta de riesgos, primero sanitarios, pero también políticos, como es la celebración de una cita electoral antes de verano.