La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado la suspensión temporal, como medida de precaución, de los ensayos clínicos con hidroxicloroquina que lleva a cabo con sus socios en varios países.

La decisión, una medida de cautela que podría ser revisada, se ha tomado tras la publicación el pasado viernes en la revista médica ‘The Lancet’ de un estudio en el que se señalaban mayores tasas de mortalidad en pacientes en los que se habían ensayado tratamientos con hidroxicloroquina, usada habitualmente contra la malaria.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha explicado que la medida cautelar en principio no se aplica a la cloroquina, otro antipalúdico del que se deriva el anterior y que también está incluido en los ensayos clínicos de la OMS.

«Tras leer la publicación, decidimos a la luz de estas dudas ser cautos y suspender temporalmente la afiliación a este medicamento», ha explicado la jefa de científicos de la OMS, Soumya Swaminathan.

En un estudio estadounidense, la tasa de mortalidad aumentó a un 28% con el tratamiento con hidroxicloroquina frente al 11% de los pacientes de covid-19 que no fueron tratados con este medicamento, sobre todo debido a arritmias y problemas cardíacos.

El remedio de Trump y Bolsonaro

La suspensión afecta sobre todo a países como Brasil, –el tercero con un mayor número de casos de covid-19 en el mundo–, cuyo Ministerio de Salud aprobó la semana pasada el uso generalizado de la hidroxicloroquina en pacientes de Covid-19, a pesar de no estar probada su eficacia.

Defendidas por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, la cloroquina y la hidroxicloroquina han pasado en este país de ser suministradas a los pacientes más graves a utilizarse para los menos graves y los que están con menos síntomas.

Además, esta medida provocó la renuncia el viernes del ministro de Salud, Nelson Teich, enfrentado al presidente ultraderechista por la gestión de la pandemia, al igual que su predecesor.

También el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido uno de los principales defensores del tratamiento contra la malaria para los casos de covid-19, y llegó a calificarlo de «un regalo de Dios».

Incluso asegura que él mismo lo toma casi a diario como remedio preventivo.

Revisará la decisión

Tras la pausa en los ensayos, la OMS continuará recopilando datos para confirmar los publicados por ‘The Lancet’ y revisará la decisión en futuras reuniones junto a responsables médicos de los países que llevan a cabo los ensayos patrocinados por la organización, bajo el programa Solidarity Trial.

Más de 400 hospitales en 35 países participan en los Solidarity Trials, en los que se ha reclutado a 3.500 pacientes.

Otros ensayos clínicos patrocinados por la OMS prueba en pacientes el antiviral remdesivir (normalmente usado contra el ébola), una combinación de lopinavir y ritonavir (comúnmente usados para portadores de VIH) y el interferon beta, habitual tratamiento contra la esclerosis múltiple.