Los ciudadanos vascos han podido disfrutar de sus playas en el primer fin de semana de la fase 2, pero de manera acorde a la actual situación epidemiológica del coronavirus. Impulsados por un tiempo típicamente veraniego –la previsión meteorológica varía notablemente para la próxima semana–, se han encontrado especialmente en Bizkaia con algunos arenales en su versión «dinámica», es decir, en los que solo se ha permitido pasear, bañarse y hacer deporte, nada de tomar del sol de manera prolongada.
Por si alguien no ha querido darse por aludido ante las nuevas normas que se han ido extendiendo de manera común entre los diversos municipios costeros de Hego Euskal Herria, agentes de la Ertzaintza y de las diferentes policías municipales han estado controlando sobre todo el cumplimiento del distanciamiento social.
Han sido casi todos los ayuntamientos vizcainos los que han aplicado esas normas más restrictivas, impidiendo que se permaneciera de manera estática en los arenales. Quien ha tenido la osadía de pensar que la situación era igual a anteriores años, se ha encontrado con la llamada de atención policial, cuando no la presencia de un helicóptero y una lancha, como ha ocurrido en la playa de Bakio.
Más relajado ha sido el tono en Gipuzkoa, en cuyos litorales mayoritariamente se ha permitido tomar el sol, si bien ha habido excepciones, como los ayuntamientos de Orio y Getaria, que se han apuntado a la moda «dinámica». En todo caso, lugares como la Kontxa no han repetido las imágenes vividas estos pasados días y se han respetados las distancias obligatorias.
No ha ocurrido así en el espigón del puerto de Hondarribia, lo que ha obligado a cerrar su acceso para evitar aglomeraciones. Por su parte, en Deba se han estado continuamente recordando por megafonía las medidas de seguridad a cumplir.
En lo que se refiere a las playas interiores –Landa y Garaio–, situadas en los embalses alaveses del Zadorra, ambas han completado su aforo permitido –el 50%– para el mediodía, por lo que a partir de esa hora, la Ertaintza ha impedido el acceso a más vehículos. Las restricciones, en todo caso, no han generado «incidentes relevantes», según ha transmitido dicha policía.
El covid-19 «no está de vacaciones»
Por si acaso, tanto la consejera de Sanidad, Nekane Murga, como la titular de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno de Lakua, Arantxa Tapia han vuelto a apelar a la responsabilidad de la ciudadanía para no regresar a una situación de confinamiento como la que se vivió en los meses de marzo y abril. «No volver a la casilla de salida depende de todos nosotros», ha asegurado Murga, para quien «no se deben repetir imágenes de aglomeraciones».
«El covid-19 no está de vacaciones –ha insistido– y una persona asintomática puede tener contactos con decenas de personas. Estas dinámicas harían muy difícil el estudio de contactos y frenar su transmisión». Ha alertado también de que «es imprescindible utilizar las mascarillas, incluso en los paseos cuando estén concurridos y no se garantice la distancia de seguridad, también en las playas».
Por su parte, Tapia ha avisado de que «si hace falta en un determinado momento volver a la fase cero en algún lugar, habrá que hacerlo, pero que no sea un confinamiento masivo, sino muy focalizado», ha matizado. «Hay pocas personas que se están infectando, pero aún hay. Por lo tanto, el virus todavía está aquí con nosotros, hay personas que lo están pasando muy mal todavía en la UCI y no tenemos que olvidar de dónde venimos», ha alertado.