Ante la gravedad de los datos, el presidente de Adegi, Eduardo Junkera, ha apelado a poner en marcha «el motor del gasto público a todo gas», activando la inversión pública y «endeudándonos lo que sea necesario como nunca en la historia, porque la iniciativa privada sola no puede».
Tras la asamblea anual virtual de Adegi, Junkera ha dado cuenta de los resultados de la última encuesta de coyuntura realizada al tejido empresarial guipuzcoano, cuyos datos «se sitúan en el pódium de los peores de la serie histórica».
Acompañado del director general de Adegi, José Miguel Ayerza, y del responsable de competitividad e innovación de la asociación, Patxi Sasigain, Eduardo Junkera ha subrayado «la gravedad» de la «inédita» crisis sanitaria, económica y social derivada del covid-19, así como la «importancia» de mantener a las empresas privadas en estos momentos, ya que crean «el 80% de la riqueza que se genera cada año en Gipuzkoa».
Según ha señalado, Adegi prevé que este año la economía guipuzcoana caerá entre un 7% y un 10% y se podrían perder unos 12.000 empleos asalariados privados.
Junkera ha afirmado que, según la última encuesta de la patronal guipuzcoana, el 74% de las empresas considera que el mercado se encuentra en recesión, el nivel más alto desde 2009, y un 5% señala que su mercado está en reactivación, el nivel más bajo también desde 2009. La facturación de las empresas ha disminuido un 21% durante el primer cuatrimestre de este año, con respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, y cae un 41% si sólo se tiene en cuenta el mes de abril.
Además, un 74,5% de las empresas señalan una disminución de sus ventas durante el primer cuatrimestre, frente a un 25,5% que logran mantenerlas o aumentarlas. El 76% de empresas dicen tener un nivel débil de pedidos, con una reducción media de un 25,5% durante el primer cuatrimestre con respecto al mismo periodo de 2019, mientras que el nivel de utilización de la capacidad productiva cae hasta el 58% de media, el nivel más bajo desde 1991.
En cuanto a las plantillas, el 66% de las empresas prevé mantener o aumentarlas. Por otro lado, el 65% de las empresas estima que la actividad se pueda recuperar en menos de un año. Patxi Sasigain ha señalado que puede que sea «antes de que acabe» el ejercicio, aunque hay «demasiadas incógnitas e incertidumbres» para saberlo, la única certeza que hay es que «no podemos dejar caer a ni una sola empresa».
En cuanto a la liquidez, Junkera ha apuntado que el 64% de las empresas dicen haber requerido apoyo financiero para la liquidez, como préstamos covid-19, avales del ICO o aplazamientos tributarios. En este contexto, el presidente de Adegi ha considerado necesario activar el gasto público.
Propuesta de ELA
Preguntados por los periodistas sobre la propuesta de ELA para complementar las cuantías de los sueldos inferiores a 1.200 euros en ERTE, Ayerza ha opinado que «va en la dirección adecuada».
A su juicio, sería necesario que, en los casos de ERTEs por «causas objetivas» como falta de pedidos, existiera «un complemento» para que las empresas puedan soportar mejor esos periodos de inactividad. En todo caso, ha señalado que ello, así como el «ayudar a las empresas para hacer frente a las cotizaciones y complementar salarios» de trabajadores en ERTE va a requerir una aportación de fondos que, a su juicio, no puede recaer «solo en las espaldas de las empresas», sino que se debe de hacer «un esfuerzo colectivo».
En este sentido, ha opinado que habría que «analizar cual es el origen de la riqueza de un país o territorio», porque «el 85% del empleo de un país lo genera las empresas privadas y el 80% del PIB de un país proviene de la aportación de la actividad de las empresas».