La Real ha ampliado una racha negativa de un punto en tres partidos por la que los de Imanol en solo ocho días han pasado de ser cuartos y pensar en pelear por la tercera plaza a ver cómo el octavo, el Valencia, queda a un punto y peligra una clasificación europea que antes del parón parecía encarrilada.
El técnico oriotarra ha introducido seis cambios con respecto al equipo que perdió en Mendizorrotza con la vuelta de Merino tras cumplir su sanción en sustitución de Zurutuza, la entrada de Gorosabel para cubrir la baja de Joseba Zaldua tras su expulsión y la presencia de Le Normand, Monreal, Portu e Isak en los puestos que el jueves ocuparon Aritz Elustondo, Aihen Muñoz, Januzaj y Willian José. Solo han repetido Remiro, Diego Llorente, aunque ha pasado a jugar de central derecho, Zubeldia, Odegaard y Oyarzabal.
Zidane apenas ha realizado tres cambios –Marcelo, James y Vinicius han entrado por Mendy, Modric y Hazard– con la alineación que presentó ante el Valencia, en la que también había solo dos variaciones con respecto a la que ganó al Eibar. El técnico francés ha aparcado las rotaciones cuando ha llegado la fase decisiva de la Liga con unos jugadores más acostumbrados a jugar dos partidos por semana y que no han necesitado exprimirse para sumar victorias.
Imanol quería que su equipo recuperara sus señas de identidad y desde el inicio ha intentado hacerlo. Ha presionado en campo rival el inicio del juego madridista, ha estado más cómodo con el balón ante un equipo que no estaba tan preocupado de anular sus virtudes y Odegaard y Merino han entrado más en acción, pero eso no se ha traducido en ninguna ocasión en el primer tiempo.
El Real Madrid ha dado más sensación de peligro, pero solo ha tenido en los primeros 45 minutos una opción clara de inicio de Vinicius y tres disparos de Benzema, Casemiro y del extremo brasileño a las manos de Remiro.
Vinicius ha causado muchos problemas a Gorosabel con su velocidad y ha provocado su tarjeta demasiado pronto. Estaba claro que el peligro estaba ahí y así ha llegado la jugada del penalti dudoso de Diego Llorente al brasileño que ha permitido adelantarse al Real Madrid al ser transformado por Sergio Ramos en el minuto 50.
Imanol ha reaccionado tras el gol con la entrada de Aritz por Gorosabel y Januzaj por Oyarzabal, con lo que Portu ha pasado a la izquierda. El de Bruselas ha aprovechado sus minutos y ha marcado un buen gol mal anulado y seguidamente ha llegado la sentencia de Benzema.
Imanol ha hecho un triple cambio con la mente puesta en el partido del miércoles contra el Celta con la entrada de Zubimendi, Roberto López y Willian José en sustitución de Zubeldia, Odegaard, e Isak. Aunque Merino ha dado emoción a los últimos minutos, los blanquiazules no han tenido opciones de salvar al menos un punto, pero han dado mejores sensaciones que en los anteriores encuentros.
La Real solo tendrá dos días para recuperarse y preparar el partido del miércoles en el Reale Arena (19.30) ante un Celta que ha tenido un partido demasiado cómodo ante el Alavés.
Imanol ha considerado «decisivo» el arbitraje
Aunque Imanol no suele hablar de los arbitrajes, el de hoy ha sido tan clave en la derrota que en euskera ha reconocido en la rueda de prensa posterior al partido que «ha sido decisivo. No solo en esas jugadas puntuales, por la suma de todo».
En la misma línea en castellano le han preguntado que le dolería que en las tres jugadas dudosas Estrada Fernández y el VAR se hayan decantado en contra de la Real y ha respondido que «no hay duda. Sin entrar en juzgarlo, claro que duele porque juegas el partido contra el líder, tienes que hacer muchísimas cosas bien, un trabajo bestial y el equipo las ha hecho. Hemos recuperado sensaciones y tengo malestar porque los jugadores han hecho un buen partido y los pequeños detalles, entre ellos las decisiones arbitrales, marcan el resultado. Pero estoy contento y satisfecho porque era el líder, le hemos plantado cara y no merecimos perder. Si seguimos así vamos a dar la vuelta a la situación».
Ha destacado que «hemos vuelto a ser el equipo que queremos ser. Hemos competido de tú a tú al líder y no hemos merecido la derrota, hemos hecho méritos suficientes para lograr el empate. Con las adversidades que hemos tenido no hemos dejado de trabajar e insistir hasta final con el gol anulado, el que ha marcado Mikel Merino, con Zubimendi y Roberto López en el campo... Son buenas noticias y lo peor es la derrota, que no conseguimos ganar después del confinamiento. A ver si a la cuarta llega la victoria».
Sobre los problemas causados por Vinicius ha desvelado que ha pensado en sustituir en el descanso a Gorosabel porque tenía tarjeta, pero que al final se ha decantado por mantenerlo y pedirle a Diego Llorente que le ayudara como ha intentado hacer en el penalti. Se ha venido a arrepentir por no haber dado entrada antes a Aritz Elustondo.
Preguntas por el árbitro a Zidane
Que los periodistas que siguen al Real Madrid hayan preguntado tanto a Zinedine Zidane por el arbitraje refleja lo que ha pasado en Anoeta. Ha dicho sobre las tres jugadas polémicas que «no las vi, me dijeron que hay penalti a Vinicius y que la controla Benzema con el hombro. Me molesta que se hable de los árbitros. Parece que no hemos hecho nada en el campo. La polémica no la vamos a controlar. Lo que puedo decir es que ganamos en el campo y que hemos sumado una victoria merecida. Cada uno puede decir lo que quiera. Son cosas del árbitro. Como siempre, no me meto ni a favor ni en contra. Hay un árbitro que hace su trabajo y tengo que respetarlo».
Le han insistido sobre el gol anulado a Januzaj y ha dicho que «no soy el árbitro. Hace su trabajo, ha visto en la imagen que estaba en fuera de juego y molestaba a Courtois y la regla es pitar fuera de juego».
Zidane insistía tras alcanzar el líderato en que ha sido «una victoria merecida, que es lo más importante para nosotros. Es una victoria muy buena porque es un campo difícil, pero no cambia nada. Faltan ocho partidos y esto no se va decidir hasta el final».