Dabid Lazkanoiturburu

Los EEUU de Trump airean el fantasma chino para descolgarse del desarme nuclear

EEUU y Rusia retoman este lunes en Viena negociaciones sobre el control de sus arsenales nucleares, amenazadas por la insistencia de Washington por incluir a China en las discusiones, algo que Pekín rechaza.

 El negociador ruso, Serguei Riabkov, a su llegada al hotel escenario del encuentro. (Joe KLAMAR/AFP)
El negociador ruso, Serguei Riabkov, a su llegada al hotel escenario del encuentro. (Joe KLAMAR/AFP)

Rusia y Estados Unidos se reúnen este lunes lunes en Viena para analizar las posibilidades de extender el último acuerdo vigente de desarme y control de armas nuclear entre las dos grandes potencias atómicas.

El «Nuevo Start», firmado en 2010 por los entonces presidentes ruso y estadounidense, Dimitri Medvedev y Barack Obama, vence el 5 de febrero de 2021, justo tras el fin del actual y primer mandato de Donald Trump, candidato a su reelección en noviembre.

Ambas potencias nucleares aceptaron entonces limitar el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares cada una, así como no más de 700 sistemas balísticos, en tierra, mar o aire.

El «Nuevo Start» se inscribió en el marco del desarme progresivo previsto por el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), firmado en 1968, en plena Guerra Fría.

Las conversaciones de Viena se llevarán a cabo a nivel de expertos de alto nivel en el Palacio Niederösterreich de la capital austríaca.

Cara a cara, el embajador Marshall Billingslea, emisario especial del presidente estadounidense en cuestiones de desarme, y el viceministro de Exteriores, Serguei Riabkov, quien negoció en nombre de Rusia el acuerdo nuclear multinacional con Irán en 2015.

Moscú reclama desde finales de 2019 negociaciones para prorrogar la vigencia del tratado pero la Administración Trump pone como condición incluir a China como tercera gran potencia nuclear en las discusiones.

«Falta de transparencia» china

EEUU critica «falta de transparencia» de China y muestra «gran inquietud» ante sus previsiones de que el gigante asiático «va a doblar su arsenal nuclear en los próximos diez años».

Rusia no oculta su impaciencia por la renuencia de Washington a sentarse sin China pero advierte de que, «aunque lo correcto y lógico sería la prolongación del ‘Nuevo Start’, el mundo no gira solo en torno a ese Tratado». 

Rusia y EEUU concentran a día de hoy más del 90% del armamento nuclear mundial, según el último informe del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (Sipri).

Concretamente, Washington dispone en 2020 de 5.800 ojivas nucleares y Moscú de 6.375. Ya lejos, China cuenta oficialmente con 320 cabezas nucleares, seguida del Estado francés (290) y Gran Bretaña (215).

China, que alega que su arsenal atómico es de lejos mucho más pequeño que el de EEUU y Rusia, rechaza participar en negociaciones tripartitas aunque se muestra abierta a discusiones multilaterales.


Eso sí, insiste en que «EEUU debería reducir de forma drástica sus arsenales, lo que crearía las condiciones para que otras potencias nucleares se unieran a las conversaciones».

Por contra, el gigante chino no oculta su intención de aumentar su arsenal nuclear y estima que debería disponer de una cantidad de 2.000 ojivas nucleares.

Un nuevo desmarque

En caso de fracasar la extensión del «Nuevo Start», se trataría del tercer acuerdo de desarme finalizado bajo el mando Trump.

Y, por primera vez desde 1972, no estaría en vigor ningún acuerdo de control de armas atómicas entre las dos grandes potencias nucleares.

Washington se retiró el año pasado del acuerdo INF sobre la eliminación de misiles de medio y corto alcance suscrito en 1987.

Además, el pasado 21 de mayo EEUU anunció su salida en un plazo de seis meses del Tratado de Cielos Abiertos, un acuerdo de control mutuo de armamento a través de vuelos de reconocimiento en el que participan 34 países.

Todo ello sin olvidar que Trump se retiró asimismo del acuerdo internacional en torno al programa nuclear iraní.

«Excusa cínica»

Daryl Kimbal, director de la independiente Arms Control Association de EEUU, tiene claro que «la Administración Trump no tiene a día de hoy ninguna  intención de prolongar el ‘Nuevo Start’ y utiliza el desinterés de China por las negociaciones a tres como una excusa cínica» para abandonar el Tratado.

«La Administración Trump renuncia prácticamente a todas las restricciones ligadas a acuerdos firmados en el pasado», coincide en analista ruso Fiodor Loukianov. «No ha ningún indicio que permita creer que vaya a hacer una excepción con este tratado».

Shannon Kile, directora del programa Desarme nuclear, Control de armamento y No proliferación del instituto Sipri, augura que «la era de los acuerdos bilaterales de control del armamento nuclear entre EEUU y Rusia toca a su fin».