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Teloneros, «bastoncillos» y grandes pactos de fin de semana para dar vida a la campaña

Los partidos buscan captar la atención en esta campaña exprés y extraña que acabará en menos de una semana. Cada candidato ha tocado esta mañana una tecla distinta, pues no hay un leitmotiv claro que centre la contienda electoral.  

Acto de EH Bildu con presencia de Marta Vilalta, de ERC. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)
Acto de EH Bildu con presencia de Marta Vilalta, de ERC. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

Iñigo Urkullu, candidato a la reválida, ha hablado de «un gran pacto de país contra la violencia machista» y ha anunciado que incrementará un 30% la inversión de Lakua en prevención y atención a ese tipo de violencia. El lehendakari ha tratado de hacerse fuerte en Bilbo, arropado por Inmaculada Boneta, quien fuera parlamentaria jeltzale en la I Legislatura y de la parlamentaria por Bizkaia, Maitane Ipiñazar.

De pocas mujeres más podía acompañarse Urkullu, pues no ha habido jamás una diputada general en ninguno de los tres herrialdes, como tampoco ha habido lehendakaris mujeres o un rostro femenino al frente de los jeltzales. En cualquier caso, ha insistido en que se esforzará por mejorar la igualdad en la legislatura que viene. 

Maddalen Iriarte aspira a cambiar todo eso y lo hacía esta mañana apelando a los casos de corrupción que salpican al partido de gobierno. Iriarte ha hecho gala de que su formación gobierna en 120 consistorios y no ha tenido un caso de corrupción, a la par que ha ido enumerando los del PNV: «Alonsotegi, De Miguel, Balenciaga, Montai, Bravo, Osakidetza, Hacienda de Gipuzkoa, Margüello, Elgorriaga, Habidite, Hiriko, las angulas de Zubieta, Bakio, Zierbena, Errigoiti, Mallabia, Iurbenor...». 

Iriarte hacía campaña al alimón con Arnaldo Otegi y Marta Vilalta (ERC) también en Bilbo. Mientras la candidata atacaba al PNV, el líder de EH Bildu apelaba a la necesidad de que la izquierda se consolide como alternativa, para lo que urgió al PSE a que deje de ser «el bastoncillo» en el que se apoya el PNV. Asimismo, Marta Vilalta ha animado a «poner los fundamentos de lo que van a ser las repúblicas vasca y catalana». 

Visitas como las de Vilalta han sido tónica general este sábado. La ministra tolosarra, Arancha González, ha eclipsado el mitin de la candidata del PSE en Irun con su frase: «En el siglo XXI no se trata de perseguir sueños de independencia o de mantener independencias fantasma, sino de gestionar bien nuestra interdependencia, hablando y trabajando con todos». 

Si bien, Idoia Mendia también ha soltado otra perla para la hemeroteca en lo que parecía una réplica a la presencia de una portavoz de ERC en el acto de EH Bildu. Ha prometido no hacer «consultas que dividan», lo cual también es como pedir el voto para luego hacer lo que a uno le venga en gana sin pedir opinión a quienes se gobierna. 

Miren Gorrotxategi, candidata de Unidas Podemos, sí que ha planteado un bloque de izquierdas como alternativa, apelando a que «es hora de que nos unamos, conscientes de que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa, y rememos juntas en favor de un Gobierno de izquierdas que responda al deseo mayoritario de la sociedad vasca».

PP y Ciudadanos han seguido juntos pero no revueltos. Así, mientras Carlos Iturgaiz se rodeaba de exUPyD reconvertidos en naranjas (Maite Pagazaurtundua y Fernando Savater, concretamente) en Donostia, los invitados del PP hacían campaña en Bilbo. Teodoro García Egea, mano derecha de Pablo Casado, buscaba titulares desde Bizkaia apuntando a temas políticos de incidencia estatal, como el caso «Dina» vinculado a Pablo Iglesias, y atizando al PSOE y a Pedro Sánchez. 

El candidato Iturgaiz, por su parte, bajaba a temas vascos retrocediendo a parámetros que suenan muy viejos. «Euskadi necesita una voz constitucionalista capaz de defender la convivencia y la moderación», ha defendido.

Los teloneros de Vox han sido Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith de paseo por la capital vizcaina. Monasterio ha hecho gala de su particularísima concepción de la democracia, diciendo que Urkullu debe «entregar el acta e irse» si no se siente español, ya que él «hace política para los españoles».

Niko Gutiérrez, el cabeza de lista de Vox por Bizkaia, ha rematado el acto asegurando que la presencia de la ultraderecha en Bilbo busca «defender la libertad».