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Los restos hallados en Zaldibar son los de Alberto Sololuze; así era este eibartarra de 62 años

Las pruebas de ADN han determinado que los restos hallados en Zaldibar son de Alberto Sololuze, según adelanta Radio Euskadi. Eibartarra afincado en Markina-Xemein y enamorado del monte, estaba a punto de jubilarse.

Alberto Sololuze, con su hija Nahia. (Radio Euskadi)
Alberto Sololuze, con su hija Nahia. (Radio Euskadi)

Radio Euskadi ha adelantado a primera hora de esta mañana que los restos óseos hallados en Zaldibar corresponden a Alberto Sololuze, uno de los dos trabajadores sepultados. Así lo ha determinado el análisis de ADN. A ello apuntaban ya objetos personales hallados muy cerca.

El Departamento de Seguridad lo ha confirmado y ha añadido que se le ha notificado a la familia, poniendo fin así a más de seis meses de incertidumbre y angustia añadida.

Alberto Sololuze estaba a punto de jubilarse y ansiaba una nueva vida en la que dedicar mucho más tiempo a sus aficiones, como pasear por el monte y coger perretxikos. Tenía 62 años y una hija, Nahia, que hace unas semanas explicaba en el portal digital de Azpeitia ‘Uztarria’ que han vivido estos meses colgados del teléfono.

Alberto nació en Eibar aunque estaba afincado en Markina-Xemein. Sus allegados y conocidos han destacado sus valores humanos. Su cuñado Pedro Alberdi remarcó en una carta pública ese perfil personal y ese amor por el monte, ámbito en el que se sentía como pez en el agua: «Alberto Sololuze behargina, Joanes artzainaren irudira, zeharo maiteminduta zegoen mendiaz. ‘Oso egina zegoen mendi-oihartzun guztietara. Mila aldiz entzun zituen urrutiko trumoiaren orroa, ekaitz haizearen durundia, egurgilearen aizkorakada, behorren irrintzia, mozoloaren oihua, basahuntz beldurtiaren zalaparta; abere-arranen dulun-duluna, ardien bee negartia, beleen garrasi latza, zozoaren txortxorra, txori kantari askoren txiotxo alaia, errekastoen pol-pola, zuhaitz hostoen pir-pir biguna, eltxo gogaikarrien zunburruntxoa… Bazekien non eta noiz jaiotzen ziren gibelurdinik gozoenak eta zein tokitan zeuden kamamila, belatxeta, karraskila eta beste horrelako belar mota osasungarriak. Bazekizkien baso guztietako laster bideak eta bost ordu bide inguruko harkaitz zulo eta aterpe denak».

La red se ha llenado de mensajes de condolencias a la familia de Sololuze y de deseos de que también la de Beltrán pueda recibir la misma noticia en breve.

Por la tarde, la familia Sololuze ha emitido una nota de agradecimiento a quienes han trabajado en esta búsqueda en condiciones tan difíciles: «Nuestra enorme gratitud a todas las personas que han intervenido en la búsqueda y hallazgo de Alberto. A pesar de las circunstancias excepcionales que nos ha tocado vivir, no han cesado en su empeño por encontrarle. Hemos sido testigos de su esfuerzo y voluntad para que la búsqueda llegase a buen puerto».

Horas antes, Helene Alberdi, sobrina de Aberto Sololuze, ha difundido este mensaje de dolor y cariño, con una imagen de su tío saludándole tras una prueba atlética.

 

En la perpendicular de la báscula, ocho pisos abajo

El vehículo de Sololuze había aparecido ya en el mes de abril, dos meses después del derrumbe, pero han hecho falta otros cuatro para poder llegar a los restos mortales.

En el primer momento sus familiares denunciaron desinformación y desinterés por acelerar la búsqueda de los cuerpos. Así lo explicaron sus sobrinos Paulo y Helene Alberdi en esta entrevista a GARA unos días después. Posteriormente la situación se corrigió y las tareas en la zona han sido incesantes.

El deslizamiento le sorprendió en la zona de la báscula del vertedero. Sus restos han aparecido junto en la perpendicular, aunque 23 metros más abajo por efecto del derrumbe.

Desde ese momento, han aparecido otros restos óseos, además de algunos objetos personales como una cámara de fotos, una correa de reloj, unas gafas de sol y un candado.

El otro desaparecido, Joaquín Beltrán, intentó avisarle al percibir señales de que se iba a producir un derrumbe, pero no pudieron ponerse a salvo. Sus restos se siguen buscando. En concreto, las tareas seguirán centradas en la zona B1, donde queda trabajo para unas dos semanas. 

Las pruebas de ADN se han realizado con celeridad (en dos días y medio) pese a que los únicos restos hallados han sido ya óseos. Las partes blandas se han disuelto por efecto de los gases y temperaturas de esa montonera de escombros.

La plataforma Zaldibar Argitu ha trasladado este mensaje a las familias.