Los jugadores de la NBA han decidido este jueves poner fin al boicot a la liga profesional que iniciaron para protestar contra la brutalidad policial en Estados Unidos, a cuenta del asesinato de Jacob Blake, hombre de raza negra asesinado por el policía en Kenosha, localidad perteneciente al estado de Wisconsin, y el plante de jugar de los Milwaukee Bucks, equipo del mismo estado, y continuar con las eliminatorias por el título.

La normalidad ha vuelto a la burbuja de Orlando luego de los aplazamientos de los seis partidos programados para el miércoles y los de este jueves, de acuerdo a varios medios estadounidenses, como el diario The Washington Post o la cadena de televisión CNN, que citaron fuentes cercanas a los jugadores.

Se espera que la competición se reanude el viernes, de cara a cumplir con los compromisos adquiridos con las cadenas de televisión, que no pagarán los derechos si la temporada se suspende.

Tras una primera reunión en la mañana del jueves –horario estadounidense– entre los jugadores, la decisión ha sido la de seguir con los playoffs, mientras que esta tarde habrá otra con los dueños de los equipos y dos jugadores por franquicia.

En la misma se les va a comunicar a los jugadores que una suspensión de la temporada tendría gravísimas repercusiones económicas dentro de la NBA, que se han gastado 150 millones de dólares para montar la burbuja de Orlando, y que la Liga tampoco recibiría los ingresos de los derechos de televisión, los únicos que van a tener al no haber espectadores en los partidos.

Además, también en la reunión de esta tarde se van a exponer planes de acción que puedan abordar los problemas de la desigualdad racial y la injusticia social, pero que se encuentren dentro del campo de acción que puedan tener los equipos.

Siete tiros en la espalda

El boicot temporal de los jugadores de la NBA se ha dado en protesta por el incidente del pasado domingo en la localidad de Kenosha la ciudad donde Jacob Blake, un hombre negro de 29 años, que recibió siete disparos en la espalda cuando el agente de policía Rusten Sheskey intentaba detenerlo.

Blake recibió los disparos cuando quiso entrar por la puerta del lado del conductor de su vehículo, donde se encontraban tres de sus hijos.

Los partidos pospuestos del miércoles se produjeron en el cuarto aniversario de la primera protesta del mariscal de campo Colin Kaepernick antes de un juego de pretemporada de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).

Kaepernick, que escuchó el himno con una rodilla en tierra, dijo que lo hizo para protestar contra la desigualdad racial y el maltrato policial a las minorías.

El quarterback, que esa misma temporada del año 2016, abandonó a los 49ers de San Francisco, no ha vuelto a jugar en la NFL.

Mientras, exigir un cambio social y poner fin a la injusticia racial ha sido también una parte importante del reinicio de la NBA en la burbuja de Walt Disney World.

Las palabras «Black Lives Matter» fueron pintadas en los tres campos que se usan en el Wide World of Sports Complex en el que se disputan los partidos, y los jugadores usan camisetas de calentamiento con las mismas palabras antes de cada encuentro.

Los dueños de los equipos lanzaron la Fundación NBA, en asociación con el sindicato de jugadores NBPA, que hará que los 30 propietarios contribuyan con una suma colectiva de 30 millones de dólares anuales durante 10 años en fondos iniciales para apoyar la igualdad racial y la justicia social dentro de la comunidad negra.

Además, los entrenadores, jugadores y árbitros se arrodillan en solidaridad durante el himno nacional antes de iniciarse los partidos.

Consenso entre Lakers y Clippers

Aunque parece que los playoffs van a seguir disputándose, lo cierto es que medios de los Estados Unidos han anunciado el consenso entre las dos franquicias angelinas, Los Lakers y los Clippers, para cancelar definitivamente la temporada.

La NBA, por su parte, ha anunciado que contará con una junta directiva, que involucrará a gerentes y dueños de franquicias, para «responder a las inquietudes de los jugadores».

«El racismo es sistémico»

Por su parte, el pívot catalán Marc Gasol, jugador que defiende los colores de los Toronto Raptors, ha definido el racismo como un problema «profundo» y «sistémico», que vuelve a ser protagonista en los Estados Unidos.

En el programa de habla española «NBA al día» Marc Gasol ha asegurado que «el nivel de frustración en los últimos dos días ha aumentado de forma considerable»en Estados Unidos y en la burbuja de la NBA en Orlando.

«Cuando llegamos, nosotros teníamos un objetivo muy claro de subir la notoriedad de esta situación, usar nuestro altavoz para que la gente se diera cuenta y mediar en la situación. El problema es muy profundo y nuestras reacciones de altavoz no están siendo respondidas con acciones fuera de aquí. Eso genera frustración», ha dicho el pívot de Sant Boi.

Gasol ha advertido en la entrevista de que los jugadores sentían que sus protestas estaban «cayendo en saco roto», por lo que la suspensión, aunque con clara fecha de caducidad, se enmarca en la búsqueda de «acciones más creativas para conseguir cambios reales a un sistema social que es injusto y muy racista».

El jugador catalán ha admitido que las imágenes que se ven por televisión del tiroteo «son muy duras y difíciles de explicar a cualquier ser humano».

«El racismo es sistémico. ¿Qué pasaría si no tuviéramos esa prueba visual? Por eso es tan importante en Estados Unidos el voto local, que al final determina las personas que podrán perseguir judicialmente estos hechos», ha añadido.

El segundo de la saga de los Gasol ha apuntado también que "el problema del racismo no es solo político, sino de humanidad y sentido común».

«Viene de la falta de educación. Tenemos que romper esa cadena y que no pase a las siguientes generaciones. Hay impunidad entre ciertas razas en Estados Unidos. Yo creo que más allá de la política, es un tema de humanidad, educación y sentido común», ha remarcado.