Tras varias pancartas con los lemas 'Haurren osasunaren alde' y 'Abando saludable', familias y estudiantes han permanecido concentrados durante cerca de media hora coreando gritos de «la salud de los niños es lo primero» o «aire puro, no un muro».
La movilización de hoy se produce semanas después de que, a final de agosto, vecinos de Abando se concentraran durante el traslado de unas palmeras centenarias del solar propiedad del Obispado a Derio. En junio, la plataforma Abando Habitable también se manifestó contra un proyecto, que denunciaron «ahoga al barrio», exigiendo su paralización. Todas las iniciativas desarrolladas no han logrado frenar un proyecto que preocupa al vecindario, que demanda espacios verdes.
En plena pandemia, a las familias les preocupa la coincidencia del comienzo de este curso «tan difícil» con el arranque del proyecto del Obispado y Mutualia en la parcela donde se ubica la Escuela de Magisterio (BAM), situada delante del colegio.
Ese proyecto, según han recordado, implica la demolición del edificio actual de BAM, la excavación de cuatro sótanos y la construcción de un inmueble de siete plantas. Las obras, según han denunciado, se desarrollarían durante un periodo prolongado, «que puede ser de dos años o más, provocando ruido, polvo, tráfico y contaminación».
Ante la perspectiva de una demolición y unas obras «inminentes» a escasos metros del colegio público, la AMPA se ha preguntado cómo se va a proteger la salud de la comunidad escolar que estará expuesta al polvo y ruido y cómo se va a llevar a cabo una buena ventilación en las aulas, «una de las medidas de prevención más importantes» en las escuelas ante el covid-19, «si las ventanas deben estar cerradas por el polvo y el ruido de las obras».
Responsabilidad de la Administración
A su juicio, desde la Administración «no se están protegiendo los derechos de la infancia», ya que se está exponiendo al alumnado de la escuela de Abando «a factores ambientales de alto riesgo para la salud, como son el polvo y el ruido, entre otros».
Además, cree que tampoco se está protegiendo la educación pública ya que se está «poniendo en peligro la propia existencia del Cervantes, una de las pocas escuelas públicas que quedan en el centro de Bilbao».
Según ha explicado, desde la AMPA y el Consejo Escolar (OMR) se han puesto en contacto con el Área de Educación del Ayuntamiento y con el Departamento de Educación del Gobierno de Lakua en los meses de junio y julio demandando acciones e información al respecto de las obras y su impacto en esta escuela pero «no hay respuestas claras de cómo van a actuar».