Amalur ARTOLA
DONOSTIA

Johnny Depp: «Shane MacGowan es el mejor poeta de todos los tiempos»

«Crock of Gold», película que presenta Julian Temple dentro de la Sección Oficial, acerca al espectador la figura de Shane MacGowan, el polémico cantante de la banda irlandesa The Pogues. Temple acerca la parte más humana de MacGowan, líder de una banda que supo conjugar la música irlandesa tradicional con el punk londinense.

Julian Temple presentó ayer dentro de la Sección Oficial a concurso de Zinemaldia “Crock of Gold: A Few Rounds with Shane MacGowan”, documental basado en la vida y obra de Shane MacGowan, líder de la banda irlandesa The Pogues. Tomando como punto de partida su 60º cumpleaños, el filme repasa la trayectoria del que fuera cantante de un grupo que supo conjugar la música tradicional irlandesa con el punk e impulsar el orgullo nacional de los y las irlandesas.

Además de las entrevistas realizadas a MacGowan, el documental recoge las vivencias de familiares (su madre, padre y hermana, que siempre lo apoyaron) y amigos (entre ellos el actor Johnny Depp, que también es productor de la cinta; el dirigente de Sinn Féin Gerry Adams o el músico Bobby Gillespie), y Temple también se ha valido de imágenes de archivo y la animación para narrar aquellos episodios en los que escaseaba el material audiovisual.

La película arranca con la infancia de MacGowan en una pequeña aldea de Irlanda. Procedente de una familia humilde, cuenta que comenzó a consumir pintas de cerveza a la temprana edad de 5 años, y opina que su futuro cambió cuando su familia emigró, como otros tantos irlandeses, a Londres, en busca de un futuro mejor. MacGowan se sentía fuera de lugar entre tanto bullicio, y los insultos y ataques que sufría por ser irlandés se sucedían, lo que provocó un profundo sentimiento de enraizamiento hacia su procedencia.

La cinta presenta un MacGowan poliédrico. Por una parte es inteligente, culto y con una gran sensibilidad, pero también es inestable, irónico e irascible, en parte a causa del abuso de las drogas y el alcohol.

Cuenta que fue un concierto de Sex Pistols –al que asistió tras recibir el alta de una de sus primeras crisis– el que lo inspiró para crear The Pogues, la banda que conjugaría la música tradicional irlandesa con el punk y serviría para reforzar el sentimiento nacional irlandés y poner en valor a la gente de procedencia humilde.

A la rueda de prensa posterior de la proyección de la cinta acudieron Johnny Depp –quien aseguró estar «obsesionado» con el txakoli– y el director Julien Temple. Depp contó que al escuchar por primera vez The Pogues sintió «una sacudida, como si me estampará contra una pared. Estaba ese enfado del punk-rock, pero también melodías preciosas, mandolinas, flautas... instrumentos irlandeses. La mezcla de melancolía y enfado me dejó atónito». Pero, sobre todo, remarcó la belleza de las letras escritas por MacGowan, «un gran poeta, muy especial, el poeta más grande de todos los tiempos».

Depp conoció al líder de The Pogues hace 35 años, en un viaje a Londres, cuando un amigo en común lo invitó a una de sus grabaciones. «Estaba en una mesa de billar, con una pinta de cerveza en una mano y una guitarra acústica destartalada en la otra, intentando mantener el equilibrio. Me lo presentaron antes de que se cayera, y en ese momento supe que seríamos grandes amigos», relató. Depp opina que hay momentos en la vida en las que sabes que tienes que atrapar lo que se te ofrece, y es, según aseguró, lo que hizo, porque «me enamoré de MacGowan, y sigo enamorado».

El reto de rodar con MacGowan

Fue hace seis años cuando Depp recibió una llamada de MacGowan. «Yo estaba en Nueva York, y me dijo: ‘Johnny, ¿quieres hacer un video?’. ‘Pero, ¿qué clase de video?’¸ le dije, porque me quedé flasheado. ‘Sobre una canción mía’, me respondió. Era viernes por la tarde y quería hacerlo el lunes, así que juntamos un equipo con unos amigos y lo hicimos». Sería la base sobre la que pivota “Crock of Gold”.

Temple reconoce que la tarea de rodar con MacGowan no ha sido pan comido. «Es una persona muy compleja. Puede ser agradable, generoso y creativo, pero también desagradable, parece un niño al lado de Gerry Adams, se porta como un amigo junto a Johnny y parece asustado con Bobby», explicó, y añadió que es justamente ese carácter peculiar e «irreverente» de MacGowan el hilo conductor de la película, porque «hacerle preguntas no funciona, no le gustan las entrevistas. Si le pusiéramos ante una cámara y se pasara dos días hablando la película no sería tan real». Depp apuntó que «te puede hacer sentir que eres parte de su vida y al segundo echarte una cerveza a la cara». «No es una persona fácil; terminar este documental ha sido realmente un reto», concluyó Temple.