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Lukashenko defiende la independencia de Bielorrusia al asumir su sexto mandato

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha asumido este miércoles su sexto mandato en una ceremonia ante las principales autoridades el país, pero que ha evitado hacer pública con antelación. Lukashenko ha defendido la independencia de Bielorrrusia y ha dado por fracasado el movimiento opositor que no reconoce su mandato.

Alexander Lukashenko jura el cargo sobre la Consitución bielorrusa.(Belta/AFP)
Alexander Lukashenko jura el cargo sobre la Consitución bielorrusa.(Belta/AFP)

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha iniciado este miércoles su sexto mandato presidencial consecutivo tomando posesión del cargo en una ceremonia no anunciada en el Palacio de la Independencia de Minsk y ante cientos de personas, entre ellas parlamentarios y las principales autoridades del país.

El mandatario ha leído sobre la Constitución el compromiso de «respetar los derechos y libertades» de la ciudadanía. «El día de la inauguración presidencial es un día de victoria común», ha proclamado Lukashenko, en un discurso donde se ha mostrado «orgulloso de la ciudadanía bielorrusa.

«No solo hemos elegido al presidente del país. Hemos defendido nuestros valores, nuestra vida pacífica, nuestra soberanía e independencia», ha declarado.

En este sentido, ha insistido sobre la importancia de la independencia del país que, a su juicio, se ha dado por sentada durante mucho tiempo y en ocasiones no ha sido apreciada. «Bielorrusia puede ser un país joven a escala mundial, pero los bielorrusos ya no somos niños, somos una nación», ha añadido.

Da por fracasada la ‘revolución de colores’

El presidente ha apelado a la estabilización, y ha descartado abandonar el poder. «No tengo derecho a abandonar a los bielorrusos», ha afirmado, a la vez que  dado por fracasado el movimiento de protestas, considerando que «ha sido por decisión de los bielorrusos que no quieren perder el país».

«A nuestro sistema estatal se le lanzó un reto sin precedentes, un reto de tecnologías probadas para la destrucción de Estados independientes. Pero nosotros hemos sido de los pocos, si no los únicos, donde la 'revolución de colores' no fructificó», ha afirmado el presidente bielorruso.

Lukashenko, que ha agradecido la lealtad de las Fuerzas Armadas en este periodo, ha destacado que «pese a la sofisticada y maligna presión desde el exterior», los ciudadanos «aún se respetan los unos a los otros. La presión externa sin precedentes solo nos ha hecho más fuertes, más decididos a luchar por lo que nos pertenece»..

La presidenta de la Comisión Electoral, Lidia Yermoshina, ha entregado  a Lukashenko el certificado que le acredita de nuevo como jefe de Estado, en virtud de unos comicios en los que, según los resultados oficiales, obtuvo más del 80% de los votos. La oposición ha puesto en duda este margen y ha denunciado fraude.

Lukashenko ha rechazado cualquier medida de concesión a los manifestantes, a los que ha acusado de servir a intereses externos y de buscar un cambio de régimen. Tan solo se ha abierto a una reforma constitucional, avalada por su homólogo ruso, Vladimir Putin

Alemania no reconoce la presidencia

El equipo de la opositora Svetlana Tijanovskaya ha cuestionado la legalidad del nuevo mandato de Lukashenko, ironizando con que la ceremonia demuestra que cualquiera ser presidente: «Tomas la Constitución, pones una mano en ella, dices varias veces ‘juro’, firmas un papel que diga ‘soy presidente’ y te lo metes en el bolsillo».

Igualmente, tras la ceremonia, el Gobierno alemán ha insistido en que no reconoce a Alexander Lukashenko como presidente reelegido de Bielorrusia y confía aún en lograr un acuerdo en la Unión Europea para aplicar sanciones a sus autoridades, a pesar de las discrepancias entre los socios comunitarios.

La ceremonia de investidura para un sexto mandato celebrada hoy en Minsk «no supone una legitimación de la victoria electoral que se atribuye Lukashenko», ha afirmado el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, que ha respaldado las acusaciones de fraude de la oposición.

El portavoz de la canciller, Angela Merkel, ha lamentado por otro lado que los ministros de Exteriores comunitarios no hubieran alcanzado ayer un consenso para aplicar sanciones. Chipre condiciona su apoyo a que se dicten asimismo medidas contra Turquía.