Un mes más tarde de lo previsto pero la Liga Iberdrola echa por fin a andar. La Real tendrá que esperar una semana más, después de que el bombo le emparejara en esta primera jornada con un Rayo que comenzó a entrenar hace menos de un mes, pero Athletic y Eibar buscarán este fin de semana sus tres primeros puntos.

Las rojiblancas recibirán mañana al Deportivo en Lezama (16.00), con el apoyo de 250 aficionados. Una de las mejores noticias de este arranque liguero, en opinión de Ainhoa Vicente, «porque la afición es lo mejor que tenemos en Lezama. Saber que vamos a estar apoyadas en casa, sentir su apoyo, ha sido una muy buena noticia».

Toda ayuda será bienvenida, a lo largo de una temporada larga y complicada, y más aún en el inicio de curso que vivirá el Athletic. Porque hoy recibe al equipo revelación de la temporada pasada y el miércoles viajan a Logroño para disputar la semifinal de Copa aplazada el pasado marzo. Se multiplica la dificultad pero también la motivación. «Estamos con muchas ganas –subraya Moraza, que estrena capitanía–, de empezar la Liga y de jugar el partido del miércoles. La posibilidad de clasificarnos para una final despierta nuestra ambición. A ver primero cómo empezamos la Liga porque creo que el partido contra el Deportivo también marcará cómo encaramos el partido de Logroño. Pero tenemos mucha confianza en que el equipo va a empezar bien», asegura la lateral en el inicio de una temporada en la que «como siempre nuestro objetivo va a ser quedar lo más arriba posible. Y creo que tenemos equipo para ello. El objetivo es quedar lo más arriba posible y competir teniendo en cuenta que la Liga puede pararse en cualquier momento, así que tenemos que tener muy en cuenta cada partido y sumar todos los puntos posibles por si en algún momento se para».

Es precisamente lo que le costó al Athletic el curso pasado, coger ritmo, lo que le descabalgó de las primeras posiciones –que este año parece más caras pero también son más atractivas, teniendo en cuenta que el tercer clasificado también jugará la Champions League– muy pronto. Ángel Villacampa confía en que no se repita y, de hecho, asegura que es uno de los principales retos de su equipo. «El objetivo más cercano es poder conseguir la primera victoria en casa», asegura el técnico, que subraya la importancia del «partido a partido». «A medio y largo plazo», recuerda que «estamos en el Athletic, no podemos mirar hacia abajo, siempre tenemos que mirar hacia arriba». Y para eso será importante «no empezar tan lejos como el año pasado, que nos costó remontar, encontrar la forma de jugar que pretendíamos y nos alejamos demasiado. Esperamos no regalar tanto y empezar desde el principio en los puestos que nos corresponden. Ése es el primer objetivo, no despegarnos y poder reconocernos lo antes posible. Y creo que al darle continuidad al trabajo, podemos intuir que no vamos a empezar tan lejos», confía Villacampa, que también ha pedido a sus futbolistas que «disfruten» en este inicio de Liga que se ha hecho esperar tanto.

Todo ello en un torneo que vuelve a complicarse. El proyecto del Real Madrid se une definitivamente –al menos en cuanto a nombres– a los dominadores de los últimos años Barcelona y Atlético, y otro buen número de equipos se ha reforzado pensando en esa tercera plaza continental. Villacampa no se queja y recuerda que «este es ya el futuro del fútbol femenino, cada vez mejores fichajes, más preparación, mejores equipos… Eso nos tiene que hacer estar más alerta y trabajar mejor. Por suerte tenemos un montón de herramientas que nos permiten ser cada día mejores y en eso nos enfocamos. Porque en cosas que no podemos manejar no perdemos mucho tiempo. ¿Qué podemos manejar? Pues atender la obligación de hacer mejor la plantilla que tenemos; para competir con esas otras plantillas tenemos el trabajo innegociable que tenemos aquí y prepararnos más y mejor».

Ese trabajo y preparación no sólo se refiere al primer equipo. La cantera multiplica su importancia de año en año y también lo hará este cuando, entre lesiones y despedidas, las vacantes vuelven a multiplicarse. El técnico cree que no es motivo de preocupación, sino de «alegría. Que suban jugadoras, como ya vimos el año pasado, que se vayan adaptando al ritmo de Primera y que cuando se incorporen el equipo no sólo no se debilite, sino que encima vaya potenciándose más. Es un motivo de alegría y trabajamos con ellas con esa ilusión, que si no es a corto plazo, a medio plazo sean el futuro».

En este sentido, destaca la irrupción de Paula Arana, aunque recuerda que «habrá momentos en los que a lo mejor no está del todo cómoda y tenemos que entender que forma parte de proceso, que las jugadoras del B se tienen que ir adaptando», y se congratula por la llegada de Istillart, una «incorporación más que necesaria. Viene con muchísimas ganas de hacer cosas importantes, que ya es un punto importante. Es una jugadora muy dinámica, puede actuar en diferentes posiciones en el centro del campo, es muy agresiva en las situaciones de pérdida, de apretar el primer pase, y es una jugadora muy combinativa que nos a a venir muy bien sobre todo en situaciones de salida de balón. Seguramente irá creciendo porque los cambios cuestan y todo tiene su proceso; ella viene de seis años en el Girondins e irá creciendo con el paso de las jornadas».

Salso sorpresa, mañana partirá en un once forzosamente mediatizado por las lesiones. Villacampa se ha llevado una alegría con el alta de Nekane Díez, que está «para jugar» aunque no sabe «para cuántos minutos», pero tiene a otra media docena de jugadoras en la enfermería, incluyendo a las tres principales referencias ofensivas (Azkona, Yulema y Lucía García) junto a la propia Nekane.

El Eibar, con ganas y «personalidad»

En el caso del Eibar, son Noelia García y Arene, que este mismo martes se sometía a una artroscopia, las que se perderán el debut de las azulgranas en Primera. Será el domingo en Unbe (11.00), sin público y ante el Betis, en un partido que afrontan doblemente motivadas: se estrenan en la nueva categoría pero también ejerce en cierta medida de la celebración por el ascenso de la que les privó el confinamiento la pasada primavera.

Si las ganas, multiplicadas por los diez meses sin competición, son comprensibles, también es el objetivo con el que llega a Primera el equipo armero, que quiere verse en la categoría dentro de un año. No será fácil porque «tenemos un equipo muy joven», recuerda Iker Dorronsoro, y sobre todo, «porque en Primera hay otro ritmo, jugadoras con mucha experiencia, de mucha velocidad de medio campo hacia adelante, de banda… Nosotros como equipo no tenemos esas jugadoras y para hacer frente y competir con esos equipos, tenemos que jugar en cloque, siendo un equipo más que nunca». Un equipo con «personalidad», que sabe lo que quiere. «Tenemos claro que en el trabajo sin balón el equipo tiene que ser fuerte, trabajador, que tiene que haber muchas ayudas porque sabemos que, en general, los rivales tienen más calidad. Nuestro objetivo es jugar como un equipo y, como un equipo, tratar de presionar arriba, estar lo más lejos posible de nuestra portería. Ya sabemos que no podremos hacer esa presión alta en todos los partidos, y cuando no podamos tendremos que bajar pero siempre manteniendo nuestro carácter. Tenemos que tener nuestra personalidad siempre».

Unas señas de identidad en las que las azulgranas han podido trabajar durante muuucho tiempo. Ha sido lo mejor, lo único positivo probablemente, de que la pretemporada se haya alargado tanto. «Hemos tenido tiempo para concer a las nuevas y para que ellas conozcan lo que quieren los técnicos –explica Nerea Abancens, que regresa a Primera, donde jugó dos temporadas con el Oiartzun– y ahora mismo veo muy bien al equipo. Al principio estuvimos conociéndonos un poco e interiorizando las ideas pero ahora veo muy bien a las jugadoras físicamente, también mentalmente, y creyendo en lo que nos piden los técnicos y lo que tenemos que hacer».

Coincide con Dorronsoro en que durante la pretemporada «hemos trabajado muchos aspectos pero sobre todo queremos seguir siendo un equipo intenso, como el año pasado. Un equipo serio, que se esfuerza en recuperar los balones rápidamente, fuerte físicamente, muy presionante y que en cuanto roba el balón intenta ser bastante vertical».

Todo esa teoría empezará el Eibar a ponerla en práctica el domingo ante un Betis que «ya tiene experiencia y una trayectoria en Primera –subraya Dorronsoro–. Y que junto a la Real es de los equipos que mejor se ha reforzado, con jugadoras de experiencia y sobre todo de medio campo hacia adelante con jugadoras que marcan la diferencia. Creo que su objetivo será estar arriba. Así que será un partido bonito y un reto complicado pero atractivo».

La jornada

Junto al Athletic-Deportivo y al Eibar-Betis, este fin de semana se disputarán otros seis partidos. Que se jugarán poco menos que en la clandestinidad, porque pocos campos abrirán sus puertas y con el conflicto por los derechos audiovisuales entre clubes y Federación Española, tampoco habrá televisión, más allá de lo que puedan ofrecer los propios clubes a través de sus canales. A no ser que, como sucediera en el arranque de la pasada temporada, se alcance algún acuerdo de última hora. De momento, sólo el Real Madrid-Barcelona, faltaría más, parece tener cobertura televisiva y será emitido en directo por Teledeporte.

La primera jornada al completo es la siguiente:

Sábado:
EDF Logroño - Levante (11.30)
Athletic - Deportivo (16.00)
Espanyol - Atlético de Madrid (16.00)
Domingo:
Sporting de Huelva - Valencia (11.00)
Eibar - Betis (11.00)
Santa Teresa - Sevilla (12.00)
Granadilla - Madrid (13.00)
Real Madrid - Barcelona (13.30)
Aplazado:
Real Sociedad - Rayo Vallecano