El último día de mercado está resultado tan intenso como cabía prever en las oficinas del Eibar. José Luis Mendilibar lleva días insistiendo en que habrá entradas y salidas y los azulgranas ya han certificado las tres primeras. Salvo sorpresas, habrá más de aquí a medianoche.
Los refuerzos, como casi todos este verano, llegan en forma de cesión. Se trata de Álex Pozo y Bryan Gil, cedidos por el Sevilla hasta final de temporada. Dos jugadores muy jóvenes, en los que hay depositadas grandes esperanzas. Pozo es un extremo reconvertido en lateral derecho que cumplirá 22 años en febrero. Internacional sub17 y sub21, se ha formado en la cantera del Sevilla y ésta será su tercera cesión consecutiva. Hace dos temporadas logró el ascenso con el Granada, con el que disputó 31 encuentros. Eso le abrió las puertas del primer equipo hispalense e incluso debutó en la Europa League de la mano de Julen Lopetegi, pero la segunda vuelta la jugó cedido en el Mallorca. Ahora vuelve a buscar minutos y experiencias en el Eibar.
Junto a él llega su compañero Bryan Gil, 19 años e igualmente formado en las categorías inferiores del Sevilla. Internacional en todas las categorías inferiores, campeón de Europa sub19 y relevo de Marc Cucurella en la selección española sub21, alternó entre el primer y el segundo equipo del Sevilla en la 18/19. La temporada pasada disputó la primera vuelta a las órdenes de Lopetegi y en enero se marchó cedido al Leganés, donde coincidió con los hoy también azulgranas Recio y Kevin Rodrigues.
Antes de la llegada de los dos jugadores sevillistas, el Eibar ha hecho oficial el primer adiós. Álvaro Tejero jugará cedido en el Zaragoza hasta final de temporada. Es evidente que el madrileño no se ha ganado la confianza del técnico, desde que llegara libre del Real Madrid el verano pasado. Aunque acabó jugando veinte partidos –18 de Liga y dos de Copa–, fue el 15º jugador en minutos e incluso en la recta final de la temporada, cuando el equipo tuvo que afrontar once partidos en cinco semanas y las rotaciones fueron continuas, apareció con cuentagotas. En este nuevo curso, sólo los problemas físicos de Correa le han abierto las puertas del equipo.
Con estos movimientos y dando por segura la marcha de Roberto Olabe –desde el club ya se reconoció hace días que se busca salida para el centrocampista, que no ha entrado en una sola convocatoria–, la plantilla queda ahora mismo en 23 jugadores, incluyendo a un Cote al que aún le restan meses de recuperación.
Pese a que José Antonio Martínez es, junto al lateral asturiano, el único jugador del primer equipo que todavía no ha disputado un solo minuto, el centro de la defensa es el único puesto en el que no se esperan movimientos. O al menos no parecen prioritarios. En principio, tampoco se producirán en el lateral zurdo, donde sigue Soares, ha llegado Kevin -aunque ambos se ven mejor en posiciones más adelantadas que en labores defensivas– y para la segunda vuelta debería estar Cote.
El centro del campo partía como uno de los puntos a reforzar. El pivote, por número, debería estar cubierto con Diop, Expósito, Recio y Sergio, aunque ninguno de ellos, sobre todo los tres primeros, hayan empezado la temporada precisamente entonados. Preocupaban más las bandas, básicas en el modelo de juego de los armeros y donde Mendilibar sólo contaba con tres futbolistas –Inui, Pedro León y Kadzior–, además de las posibles reubicaciones de los laterales. Habrá que ver si con la cesión de Bryan Gil se da por cerrada esta línea.
Arriba, la llegada de Yoshi Muto ha elevado a cuatro el número de delanteros. Pero entre ellos se encuentran un Quique González que tampoco se ha hecho hueco en los planes de su técnico desde que llegara el verano pasado y un Sergi Enrich que, además de la lesión que le mantiene de baja, la próxima semana pasa por los juzgados con una petición de pena de cinco años.
Renovación y cesión
Por otro lado, el Eibar ha renovado al jugador del filial Jaime de Dios, que sale cedido al Leioa hasta final de temporada.