El acto de protesta ha tenido lugar ante el Palacio de Diputación, donde habían sido colocadas en sendos pedestales una estatua de Felipe VI bajo la cual aparecía la inscripción ‘Reino de España’ y de Cristóbal Colón, en la que ponía ‘Colonialismo’.
Por detrás de estas dos efigies se han situado varias personas portando ikurriñas y banderas de Nafarroa, y unas enormes letras en las que se podía leer «Gora herriak!».
El acto ha contado con un componente cultural y colorista, además de denuncia, que ha tenido su momento álgido cuando varias personas han aparecido con escaleras para colocar una soga al cuello de las estatuas de Felipe VI y de Colón. A continuación, han cogido las cuerdas y han tirado con fuerza de ellas para derribarlas. Al impactar en el suelo, las cabezas se han separado y han rodado por las losetas. De fondo, sonaba y se cantaba ‘L'Estaca’.
Otros momentos han estado dedicados principalmente a las danzas, con bailes originarios de Ecuador que han corrido cargo de Compartiendo Raíces y de la Asociación Cultural Munata, de Bolivia, cuyos bailarines portaban unos espectaculares trajes de color azul y dorado.
Los organizadores, a través de Maider Lazkano, han recordado que este 12 de octubre en Iruñea «han unido sus fuerzas colectivos de diferentes lugares para decir alto y claro que no tenemos nada que celebrar. Esta unión nos hace fuertes ante una fiesta impuesta que nos negamos a celebrar».
Por parte de Africa United, Anabel Oyana ha señalado que ese acto tenía como objetivo «protestar, porque a día de hoy siguen existiendo formas de colonialismo imperial, porque muchas de las grandes decisiones son tomadas por agentes externos a los países». Además ha denunciado que en muchos países africanos se emplean monedas e idiomas europeos, lo que representa «una forma de colonialismo», como también «tener acuerdos con gobiernos corruptos africanos o latinoamericanos para explotar sus recursos para su beneficio y no del propio país». «Debemos ser fuertes para seguir en la lucha para acabar con esas formas de colonialismo».
Beñat Hatche Embarek, miembro vasco-saharaui de Sortu, ha señalado que «los pueblos y las personas oprimidas denunciamos con fuerza la fiesta del Reino de España y estamos en la obligación de demostrar nuestro enfado. Porque el imperialismo español niega la verdadera democracia, no acepta a Euskal Herria como pueblo, trata a las personas de diferente manera según su procedencia o el color de su piel, y utiliza la fuerza para imponernos su proyecto».
Por su parte, Fanny Carrillo, en nombre de la comunidad ecuatoriana, ha denunciado que «América no fue descubierta, fue saqueada» y ha añadido que los estados tienen la obligación de «promover una reflexión permanente acerca de la historia de los pueblos haciendo hincapié en los derechos humanos».
En nombre de Mujeres del Maíz, de la comunidad nicaragüense, Jannisa Lamar ha destacado que «estamos aquí para denunciar el colonialismo, invasión, explotación y opresión del que seguimos siendo víctimas en Nicaragua, Latinoamérica, y para exigir que cese. Nuestros pueblos siguen resistiendo, nos exportan como peones de mano de obra barata, mientras el Estado español ha vendido armas para seguirnos oprimiendo. Pero no somos esclavos, basta de doblegarnos, seguimos en resistencia, ni un paso atrás».