I.S.
Iruñea

Varias hipótesis sobre cómo interactuarán gripe y covid

«Durante este invierno en el hemisferio sur el número de pacientes y muertes por la gripe estacional fue menor de los habitual debido a las medidas adoptadas para contener el covid», señalaba el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su informe para la prensa del viernes pasado.

Acto seguido, no obstante, la OMS se vacunaba contra el exceso de expectativas: «no podemos asumir que en el hemisferio norte vaya a suceder lo mismo». Ese optimismo que algunos políticos y empresas farmacéuticas venden, que muchos medios difunden y que bastante gente compra, ya está pasando su factura social en temas como la vacuna. Nadie sensato y responsable se atreve a ser tajante sobre estos temas.

Y es que, para estas alturas, el covid-19 dobla el número de muertes que deja a nivel mundial la influenza o gripe estacional. En un año normal, 3,5 millones de personas sufren consecuencias severas por la gripe y 650.000 mueren por problemas respiratorios asociados. Según el dato de la Universidad Johns Hopkins, ayer ya había en el mundo al menos 1.111.498 muertes certificadas a consecuencia del covid.

Los casos detectados rondan los 40 millones. Es decir, la gripe multiplicada por diez, y eso que aún no se ha cumplido un año desde el primer caso detectado en Wuhan, entre noviembre y diciembre de 2019.

Posibles causas

La baja incidencia de la gripe puede tener varias causas. Entre ellas está que se haya diagnosticado menos de lo normal por el colapso de los servicios sanitarios. En el hemisferio sur ha coincidido con periodos de confinamiento, lo cual habrá dificultado que la gripe se expanda. Además, suele tener cepas diferentes en ambos hemisferios.

Otra hipótesis es que el coronavirus haya desplazado al virus de la gripe, que le haya superado en capacidad de contagio. También ha habido contagios simultáneos, que si bien son raros, implican una mayor mortalidad en quienes los padecen.

En todo caso, es evidente que las medidas para frenar al covid –distancia social, higiene de manos, cubrirse al estornudar y limitar los roces, ventilación y mascarillas–, son efectivas también para combatir la gripe.

Algunos expertos han planteado ya la opción de que algunas de estas medidas hayan venido para quedarse, si en este otoño-invierno se confirma que reducen las afecciones y muertes por enfermedades como la gripe.

Vacunación

La presión en el sistema sanitario vasco crece día a día y, si las hipótesis más benignas fallan, la saturación está garantizada.

La gripe sí tiene vacunas y la campaña está en marcha en gran parte de Europa y en Euskal Herria. La OMS plantea priorizar a las personas mayores, por ser más vulnerables al covid, y al personal sanitario, por estar expuesto y ser crucial.