Sortu ha dado a conocer el fallecimiento de Asier Aginako por la enfermedad desarrollada en prisión. Tenía solo 45 años y era natural de Durango.
Fue excarcelado por este motivo en 2019 en Picassent (Valencia). La gravedad de su estado hizo que la condena quedara suspendida.
Antes había pasado quince años en la cárcel y estaba a solo uno de cumplir su condena. Aginako era compañero de Aitziber Coello, también presa vasca que agotó la pena impuesta el pasado mes de mayo.
Detenido en 2004 en Coulaine, localidad del Departamento francés de Sharte (Le Mans), pasó ocho años preso en el Estado francés y desde 2012 lo estaba en el español. En 2013 su madre y una prima sufrieron un accidente al acudir a visitarle. Y en 2017 fue padre de un niño junto a Coello. Los tres compartieron cárcel en Picassent hasta que Aginako fue excarcelado en enero de 2019.
Sortu y Sare demandan soluciones y alertan de la urgencia
Sortu destaca que, aunque en este caso sus derechos fueron respetados y se actuó con rapidez, «no podemos olvidar la indefensión que causan los regímenes carcelarios y legislaciones de excepción aplicados a los presos y presas vascas. Es urgente dar pasos para la excarcelación de todos ellos».
Emplaza para ello a «dar pasos cualitativos» tanto a los gobiernos español y francés como a la ciudadanía vasca: «Es hora, los queremos vivos y en casa».
Sare coincide en que la suspensión de condena permitió al menos que Aginako pasara este último tiempo de vida «con su hijo y su compañera Aitziber». Pero añade que «este fatal desenlace debería servir para que cuando se denuncia la situación de los presos gravemente enfermos, se tenga en cuenta, se valore en su justa medida y se adopten decisiones sin pérdida de tiempo, para que estos presos y presas, no mueran en prisión o sea muy breve su vida en libertad».
«Trasladamos esta refexión al Gobierno español y continuaremos denunciando con contundencia esta inhumana situación por la que atraviesan estos presos y presas a las que se les sigue aplicando un régimen excepcional, así como la angustia que supone para sus familias, que además enfrentan esta situación de enfermedad a la vez que la política de alejamiento. Esta reivindicación es una de las que este sábado transmitiremos en el Mosaiko que realizaremos en Donostia», añade Sare.