Los responsables del Hospital de Baiona han comparecido esta mañana ante los medios para dar cuenta de los cambios adoptados en el centro sanitario para afrontar la embestida de casos de covid-19, en constante aumento.
En una semana, el Departamento de Pirineos Atlánticos, del que forma parte Euskal Herria, ha pasado de figurar en la barra de los 250 contagios por 100.000 habitantes (la última cifra facilitada desde Prefectura, el viernes, era de 254,11) a situarse en un estadio superior de gravedad, por encima de la barrera de los 350, según se desprende del mapa departamental publicado hoy por la agencia France Presse.
En el Hospital de Baiona hay actualmente 34 pacientes ingresados con coronavirus. Desde que se inició la pandemia, la pasada primavera, en ese centro sanitario han atendido a 263 personas, de las cuales 18 han fallecido a causa de la covid-19.
A la vista de la presión sanitaria que ya genera el fuerte aumento de casos de las últimas semanas, el director del hospital baionarra, Michel Glanes, tras consultar con los responsables del Samu y la Agencia Regional de Salud (ARS), optaba por activar la pasada medianoche el llamado «plan blanco», que implica readaptar los servicios del hospital.
Dado que los ingresos debido a la covid-19 impactan de lleno en las unidades de enfermedad infecciosas, neurología y seguimiento de urgencias geriátricas, el centro hospitalario ha adoptado las primeras medidas.
Así se han aumentado camas para mejorar la capacidad de acogida de pacientes covid-19. Las camas pasan de 12 a 27 en unidades ordinarias y de 15 a 20 en reanimación.
Al tiempo, se han puesto en marcha medidas para aumentar efectivos humanos, que pasan por el cambio de funciones en el caso de personal con competencias específicas, pero también por «el llamamiento a refuerzos si fueran necesarios».
El «plan blanco» permite reclutar personal sanitario de otros centros, según ha explicado Glanes.
De entrada, se ha optado por trasladar personal de unidades del propio hospital a las que se ha descargado de trabajo, ya que se ha procedido a ordenar la congelación hasta nuevo aviso de algunas cirugías programadas. Se ha optado por retrasar citas también en los servicios de endoscopias, radiología y seguimientos no urgentes.
En todo caso, el hospital aspira a mantener el máximo de su actividad ordinaria, por lo que se deslocalizarán servicios, asegurando respuestas tanto en urgencias como en hospitalización mediante otros centros sanitarios del territorio.
Con todo, la falta de personal es un hecho que no ocultan los responsables del hospital, ya que un centenar de empleados están de baja al ser personas vulnerables al covid-19.