Lo nunca visto en esta surrealista campaña convivencial con la covid-19 es que se haya tenido que suspender un partido por un positivo cuando el mismo ha llegado al final de su primera mitad. Eso es lo que ha sucedido este domingo en el polideportivo Mendizorrotza, en el descanso del duelo entre Kutxabank Araskiy Casademont Zaragoza. Según fuentes relacionadas con la Federación Española de Baloncesto –FEB–, un posible caso positivo en el seno de la escuadra maña ha sido el detonante de la suspensión.
Lo que no es de recibo es que el ente federativo, que se supone que toma las medidas pertinentes para detectar los casos positivos de covid-19 antes de que comiencen los duelos, haya permitido semejante desaguisado. Pero eso es exactamente lo que ha acaecido en un Mendizorrotza con 400 espectadores en sus gradas. El público ha aceptado de forma deportiva –y resignada– la suspensión cuando la megafonía ha anunciado la mala nueva, al tiempo que han correspondido a los aplausos dedicados a sus incondicionales por las jugadoras de Kutxabank Araski.
Habrá que ver cuándo y en qué condiciones se retoma el partido de Mendizorrotza, al tiempo que habrá que ver si se confirma si hay un positivo –o los que sean– en el seno de Casademont Zaragoza y, por opción potencial de contagio, en Kutxabank Araski.
Desventaja en el descanso
Es absurdo comentar el partido, pero lo cierto es que ha habido 20 minutos de baloncesto en el polideportivo gasteiztarra. Tamara Abalde no ha podido estar en el partido, por culpa de la doble torcedura de su tobillo izquierdo en el plazo de una semana, una complicada de suplir, por lo que Madelen Urieta ha tenido que echar mano de la capitana Laura Pardo para el puesto de ala-pívot titular. Eso sí, la baja gasteiztarra ha quedado «igualada» por la ausencia de la base maña Zoe Hernández.
En todo caso, el arranque ha obedecido más a los intereses zaragozanos que a los gasteiztarras, ya que desde el 0-3 que ha anotado Vanloo, Zaragoza ha impuesto su ritmo y su baloncesto, a lo que Araski apenas si ha podido hacer más que responder, y con dificultades. Dificultades que, con un parcial de 0-6, Casademont Zaragoza ha ahondado para llevar el primer cuarto a un 11-18.
Las gasteiztarras han encontrado en el triple el primer refugio donde respirar y acometer el partido. En especial, ha sobresalido una Joy Adams cuyo buen hacer en Valencia hasta la fecha no se ha visto trasladado a Mendizorrotza. Un par de triples de la alero norteamericana ha vuelto a meter a Araski en el partido, obligando al técnico aragonés a parar el partido, ya que las de Madelen Urieta se han arrimado hasta el 21-25. De regreso al tiempo muerto, las gasteiztarras se han adueñado de varios rebotes de forma consecutiva, hasta culminar una buena jugada personal Izaskun García elevando el 23-25.
No ha llegado a empatar el duelo Araski, y a partir de una suspensión de media distancia de Laura Nicholls, el Casademont Zaragoza ha tomado aire y ha podido volver a abrir su ventaja en el marcador. Vanloo y Gatling se han erigido en las principales puntales visitantes, pero las pívots Sangare y Nicholls han sido quienes han mantenido la diciplina en la zona maña. De hecho, el duelo ha llegado al descanso luego de un taponazo de Laura Nicholls sobre su tocaya Laura Pardo, un tapón protestado por la capitana de Araski y por los 400 aficionados que han podido entrar en Mendizorrotza, pero no ha habido caso, porque las zaragozanas se han ido a los vestuarios con un 26-31 a su favor.
Acontecimientos precipitados
Después ha llegado la sospecha, al ver a los miembros de Casademont Zaragoza enmascararse de forma urgente, y verlas realizar ejercicios sin ningún tipo de contacto, al tiempo que las redes sociales han empezado a «humear» los motivos sobre los cuales el envite de Mendizorrotza ha adquirido tintes de terreno afectado por la pandemia. Al final, las sospechas se han hecho realidad y, de la mano de FEB y atendiendo a motivos sanitarios, se ha decidido suspender el encuentro hasta nueva orden.
Con posterioridad, el propio Basket Zaragoza ha emitido un comunicado aclarando los motivos del desaguisado.
«La causa de dicha suspensión se debe a que el club zaragozano ha conocido de la existencia de un positivo por covid-19, una vez comenzado el choque, momento en que ha trasladado inmediatamente esta circunstancia a la Federación Española de Baloncesto. Una vez conocido este hecho en la pista vitoriana, se procedió a la suspensión del partido», ha comenzado su relato..
En el mismo, se ha especificado que «la expedición aragonesa (jugadoras y cuerpo técnico) realizó los preceptivos test de antígenos en la tarde del sábado (18.00 horas) como establece la normativa FEB, para desplazarse hoy domingo a Vitoria para la disputa de este encuentro».
Pero al mismo tiempo, se ha explciado que «previamente, en la jornada del viernes, las jugadoras de Casademont Zaragoza convocadas por las respectivas selecciones nacionales de sus respectivos países pasaron las preceptivas pruebas PCR para incorporarse a las concentraciones de sus selecciones. Comenzado el encuentro en Vitoria, se conoció el resultado de esas pruebas, entre las que se encuentra un caso positivo».
A consecuencia de lo sucedido, la nota concluye diciendo que «las jugadoras de Casademont Zaragoza se someterán en las próximas horas a los preceptivos test PCR y permanecerá a la espera de conocer la fecha para la disputa de la segunda parte del encuentro ante Kutxabank Araski».