El Ayuntamiento de Gasteiz ha mostrado este viernes su apoyo a la jueza María Servini por el trabajo que está realizando para «acabar con la impunidad de los crímenes del franquismo, tras todos los obstáculos planteados por el Gobierno español»; y ha denunciado el apoyo de los expresidentes españoles y de otros exdirigentes políticos y sindiciales al exministro Rodolfo Martín Villa, imputado por delitos de «homicidio agravado en un contexto de crímenes contra la humanidad».
Además, ha reclamado que, «en aplicación de la normativa del Derecho Internacional, se adopten por el Estado español todas aquellas medidas necesarias para que por los Tribunales españoles se proceda a la investigación y enjuiciamiento de los crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura franquista y la llamada Transición política y, muy en particular, de todos aquellos cuya responsabilidad pudiera recaer en Martín Villa».
Estas peticiones están recogidas en una moción presentada por la asociación de víctimas Martxoak 3, que ha sido defendida ante el Pleno por Josu Ibargutxi, portavoz de la Plataforma vasca contra los crímenes del franquismo. Ha comenzado su intervención recordando que el Ayuntamiento de Gasteiz ya aprobó hace más de un año una moción en la que declaraba persona «non grata» a Martín Villa, «y lo que queremos es darle continuidad».
En este sentido, ha recordado que Martín Villa no solo está imputado por la masacre del 3 de marzo de 1976. «Entre los tres años que estuvo de ministro de Gobernación y del Interior, del 76 al 79, tiene en su haber 89 víctimas mortales en el conjunto del Estado, y curiosamente de esas 89 víctimas, 59 son de Euskal Herria», ha apuntado en alusión al 3 de Marzo, a los Sanfermines del 78 y otros hechos ocurridos en ese «trienio horroroso».
Y ha advertido de que no se están cumpliendo los acuerdos y tratados internacionales firmados por el Estado español en materia de derechos humanos, «y sin ello no hay una tutela judicial efectiva real». Ha recordado que la propia ONU establece que «los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, donde quiera y cualquiera que sea la fecha en la que se hayan cometido, serán objeto de una investigación, y las personas contra las que existan pruebas de culpabilidad en la comisión de tales crímenes serán buscadas, detenidas, enjuiciadas, y, en caso de ser declaradas culpables, castigadas».
Asimismo, ha destacado la paradoja que se da en el caso del Estado español, que ha investigado crímenes contra la humanidad en otros estados, como Argentina, Guatemala o Chile. «Es curioso que se investiguen este tipo de crímenes a petición de la propia Justicia española pero no se quiera investigar nada aquí. Es la gran pregunta que todo el mundo los cientos y miles de víctimas se están haciendo. ¿Por qué no se puede juzgar aquí algo que se juzga en todo el mundo?», ha aseverado antes de insistir en la necesidad de arropar a la jueza Servini para que continúe su investigación «sin hacer caso a las presiones políticas».
Debate y polémica intervención del PSE
Tras la intervención de Ibargutxi ha tenido lugar un debate que ha puesto de manifiesto las diferencias existentes entre los grupos políticos. PNV, EH Bildu y Elkarrekin Gasteiz han mostrado su apoyo a las víctimas y han respaldado una moción que tiene por objeto acabar con la impunidad de los dirigentes franquistas, aunque el edil jeltzale Iñaki Gurtubay ha señalado que «no se trata de juzgar al franquismo ni la transición. Se trata de juzgar a una persona y unos hechos».
Los ediles de PSE y PP, por su parte, han votado en contra de la iniciativa, escudándose en aspectos jurídicos. Llama la atención la intervención de Estíbaliz Canto, responsable de Educación y Cultura, que ha comenzado mostrando su «sorpresa» ante la misiva remitida por Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero a Servini en defensa de Martín Villa. «Cuando vi la noticia las pude considerar desafortunadas, pero, tras una reflexión, comprendo el sentido de las mismas, porque cuando miramos atrás es muy importante mirar el contexto en el que sucedieron los hechos», ha manifestado, y ha incidido en que «juzgar los hechos con nuestros ojos, del siglo XXI, es complejo».