El Athletic ha pasado de imbatido a encadenar tres derrotas. «Las tres en una semana», recalca Ángel Villacampa, que lamenta que con un calendario tan apretado no hay tiempo para corregir errores «a través del entrenamiento, todo es recuperar-competir-recuperar-competir» pero que confía en que su equipo pueda «recuperar nuestro sello» para despedir noviembre con una victoria. Lo intentará nada menos que ante el Granadilla, que llega este domingo a Lezama (11.00) en lo alto de la clasificación tras haber enlazado seis victorias.
En contra de las rojiblancas, una vez más, el estado físico de la plantilla. Esta vez es Naroa Uriarte la que se une a la lista de bajas, con problemas musculares. Y, aunque han entrado en la convocatoria, se encuentran entre algodones Moraza y Nekane por sendos golpes tras el choque que sufrieron el miércoles. «Estamos teniendo un poco de mala suerte», admite su entrenador, deseoso de «superar este último escollo» y disfrutar después de 15 días hasta el próximo compromiso para poder recuperar jugadoras y trabajar con calma virtudes y errores en los entrenamientos.
Entre las carencias, Villacampa destaca, por ejemplo, «manejar mejor las emociones cuando se encaja gol, cuando pasa algo que va en nuestra contra. Tenemos que manejarlas mucho mejor». También cree que hay que encontrar la manera de llevar la superioridad sobre el césped al marcador, algo que no se ha conseguido en estos últimos partidos. «Solo con buenas sensaciones no se consiguen puntos», recuerda el entrenador manchego, que lamenta que «ha habido momentos de los partidos en los que hemos sido muy superiores al rival pero es verdad que hemos cometido errores groseros que nos han supuesto goles en contra».
A eso hay que añadirle que a las rojiblancas les está faltando fluidez en ataque. «Poder conectar mejor con las puntas, aprovechar mejor los espacios por dentro, las llegadas por fuera… En ese último cuarto tenemos que elegir mucho mejor».
Pero frente a todo eso, Villacampa es optimista aunque sólo sea porque «el equipo está bien. La tranquilidad que tenemos es ver entrenar al equipo y ver que tenemos argumentos para revertir la situación. Que el equipo esté bien nos tranquiliza. ¿Preocupación? Siempre que se pierde. Pero más que preocupación hay intención de revertir la situación». Algo de lo que ve capaz a un equipo que rayó a un gran nivel en las primeras jornadas y que lo que necesita ahora es «volver a identificarnos con nuestro juego, recuperar nuestro sello y dar nuestra mejor versión».
Sobre todo si quiere superar a un Granadilla que perdió su primer partido de la temporada pero que, tras empatar en el Cerro del Espino en la segunda jornada, ha enlazado seis victorias. Un equipo que «ha mejorado muchísimo, ha dado un paso adelante, ha crecido como equipo» y ante el que Villacampa pide tener la cabeza fría, más aún conociendo la capacidad de las canarias para ganar puntos en los últimos minutos y la de las vizcainas para perderlos.
«Tenemos que tener paciencia y tranquilidad. Saber que los partidos duran noventa minutos y que, por más que marquemos pronto o que encajemos pronto, no hay que precipitarse. Hay que madurar el partido, que será largo. Acordáos del partido de Copa del año pasado, que nos fuimos a los 120 minutos por más que hicimos, nos costó muchísimo. Seguramente será muy similar. Sin prórroga pero sabemos que va a ser un partido largo».