«Llamamos a todos los organismos relevantes para que intervengan de forma urgente» y den «apoyo a las necesidades de emergencia», ha pedido el Ministerior de Sanidad de Gaza, tras quedarse la franja sin test de coronavirus. El Ministerio ha concretado que su laboratorio central, el órgano responsable de la coordinación de los test, se quedado sin kits de prueba.
El promedio de test realizados hasta hoy en la franja –con dos millones de habitantes– era de entre 2.000 y 3.000 diarios.
El porcentaje de positivos de las últimas pruebas hechas en 24 horas alcanzó el 36%, una estadística preocupante que evidencia la amplia propagación del virus, según datos de esta mañana.
La Oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Cisjordania y Gaza enviará esta próxima semana dos cargamentos al enclave con unos 28.000 test para cubrir su escasez inmediata. Los primeros suministros podrían llegar este lunes o martes.
Gaza, bajo bloqueo israelí desde 2007, con un sistema sanitario precario y escasos recursos médicos, sufre una tendencia al alza de infecciones desde hace varias semanas.
En noviembre registró sucesivos récords diarios de contagio, y la semana pasada rozó las mil infecciones en 24 horas.
Las autoridades palestinas venían advirtiendo sobre el riesgo de que se agotasen los kits de prueba, especialmente desde agosto cuando la franja registró los primeros contagios locales y el virus se comenzó a expandir en mayor medida entre su población.
La creciente ola de las últimas semanas también ha obligado a endurecer las restricciones: desde ayer se cerraron mezquitas, escuelas y universidades, y a partir del próximo viernes se impondrá un toque de queda completo durante los fines de semana (viernes y sábado).
La franja también está sujeta a un toque de queda nocturno diario, vigente desde hace meses: la restricción de movimiento se adelantó ayer a las 18.30 de la tarde y dura hasta las 6.00 de la madrugada.
Gaza acumula más de 25.000 casos y 139 fallecidos desde el inicio de la pandemia en marzo. Actualmente tiene más de 10.500 casos activos, 375 enfermos están ingresados en hospitales y 157 de ellos se encuentran en estado crítico.
La situación en Cisjordania también es complicada: está sometida a un cierre nocturno diario y a confinamiento en fines de semana, pero aún no ha conseguido bajar su tasa de mortalidad en gran medida.
Este territorio –con unos 2,9 millones de habitantes– ha contabilizado este domingo más de 1.200 positivos en 24 horas.