La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha dado a conocer este viernes seis nuevos movimientos de presos, uno de los cuales, Karlos Apeztegia, será traído a la cárcel de Iruñea desde Ocaña (Toledo). Pasará además a segundo grado, igual que ocurre con Angel Mari Telleria o Jon Mirena San Pedro.

Tres traslados más tendrán como destino El Dueso (Cantabria). Ahí serán llevados Jon Etxeberria (desde Castelló), Telleria (desde Estremera-Madrid) y Jon Crespo, desde Murcia.

De Castelló a Soria pasará Txuma Altable, y de Herrera a Dueñas, Jon Mirena San Pedro.

Cuando este anuncie se materialice no quedará ningún preso vasco en la cárcel de Ocaña, una de las «clásicas» del mapa de la dispersión. Otro tanto ocurrirá con Algeciras tras lo comunicado la pasada semana y también con las dos de Extremadura (Cáceres y Badajoz).

En una rueda de prensa hoy en Donostia, donde ha presentado el nuevo proyecto de cárcel, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha respondido a las críticas de la derecha que vinculan estos movimientos y el apoyo de EH Bildu a los presupuestos, señalando que es una política que el Gobierno español mantiene desde el inicio de legislatura y afirmando que cumple así la ley.

«La ley tiene un principio claro individualizado, no hay tratamientos colectivos, no puede haber una política penitenciaria 'ad hoc' y menos con criterios políticos como algunos tratan de dibujar», ha señalado Grande-Marlaska. «Las juntas de tratamiento cada determinado tiempo, normalmente seis meses depende del grado de tratamiento, realizan una evaluación y concluyen si una persona tiene que ser progresada de grado, de primero a segundo, de segundo a tercero, así como el centro penitenciario que se entiende oportuno de destino para seguir cumpliendo la condena», ha añadido.