Los casos llevaban varios días ascendiendo a un ritmo preocupante en Londres, pero no ha sido hasta estos dos últimos días que los contagios generados por una –relativamente– nueva cepa han encendido todas las alarmas. Ayer el primer ministro, Boris Johnson, decretó el confinamiento para 20 millones de personas, subrayando que no pueden «continuar con las navidades como habíamos planeado», y hoy la reacción ha llegado desde varios países europeos.

Bélgica y Holanda, por proximidad, junto a Italia, han sido los primeros países en suspender cualquier vuelo al Reino Unido. «Reino Unido ha dado la alarma sobre una nueva forma de Covid que sería el resultado de una mutación del virus, como gobierno tenemos el deber de proteger a los italianos», ha señalado el viceprimer ministro italiano, Luigi di Maio.

«Una mutación infecciosa del virus Covid-19 está circulando por Reino Unido. Se cree que se propaga más fácil y más rápidamente y es más difícil de detectar», ha explicado, por su parte, el ministro de Sanidad holandés, Hugo de Jonge, al explicar las medidas tomadas.

A lo largo de la tarde, como piezas de dominó han ido cayendo cerca de una docena de países en total. Entre ellos Alemania, el Estado francés, Irlanda, Austria, Portugal, República Checa y Bulgaria.

El Estado español, por contra, se ha limitado a señalar que incrementará los controles a quienes lleguen de Gran Bretaña. Al menos hasta mañana, cuando la Unión Europea se reunirá para tratar de acordar una posición común ante la amenaza de esta nueva variante del virus.

Pese a los esfuerzos, la nueva variante ha sido detectada ya en Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Australia y, durante esta tarde, Italia. De hecho, el European Center for Diseases Control and Prevention (ECDC) sosprecha que la variante, que se remonta hasta setiembre, podría estar ya circulando por la Europa continental, donde se aislan y secuencian muchos menos muestras que en Gran Bretaña.

La OMS, en contacto con Londres por la nueva cepa

Desde la OMS han señalado a la BBC que están en estrecho contacto con Londres para seguir la evolución de esta cepa, sobre la que se cree que resulta más infecciosa –se puede transmitir hasta un 70% más, según señaló ayer Johnson–, aunque no hay evidencia alguna de que resulte más letal.

Tampoco hay evidencia de que esta variante sea resistente a las vacunas aprobadas hasta ahora, si bien este es un apartado a seguir muy de cerca, porque esta mutación afecta a la proteína Spike, clave para las vacunas. «Las mutaciones de un virus son frecuentes, lo importante es entender qué hacen esas variantes y cómo se comportan», señaló ayer la epidemióloga de la OMS Maria Van Kerkhove.